En el cielo , convertida en polvo o en el lugar que Dios quiera . Ojalá en el cielo como creo porque su bondad fue innegable. Allí estará , entre otros muchos aunque no tantos , con Gary Cooper y con Pilar Miró.
Esta entrada va dirigida a ti , tía Lola y dice :
Cuatro hermanas tuvo mi padre y no tres llamadas Axa , Fátima y Marién que eran moriscas y enamoraban en Jaén como dice el romance anónimo y se canta en villancicos .
Los nombres de las hermanas de mi padre , con él fueron cinco los hijos habidos en el matrimonio formado por Joaquín Álvarez de Toledo Alba y Amparo Rojas Gil , mis abuelos paternos , fueron Pepa , Amparo , Lola y María , tías carnales del escribidor , las cuatro muy queridas por éste y naturales de Cazalla de la Sierra.
Es a Lola a quien dirijo esta carta que espero le guste . De sus hermanas escribí en otras ocasiones .
QUERIDA TÍA LOLA :
Te recuerdo con frecuencia viniéndome a la memoria tus días felices y los míos. Te recuerdo , de soltera , antes de que te casaras con Miguel Prieto , sentada en la camilla de vuestra casa de la calle Gerona y asomada al cierro esquinero desde el que todo llevabais por delante mientras tu padre , mi abuelo Joaquín , os decía , a tía Amparo y a ti , que os bajaseis. A mí , mientras vosotras comentabais todo sobre las personas que pasaban , tía Pepa , callada , me rascaba la espalda. Coscón que era...A veces os acompañaba en vuestras observaciones desde el cierro en el que tantas cosas veíais y tanto os enseñaba.
Te recuerdo con frecuencia . Y uno de los recuerdos es el día de tu boda , celebrada en San Román. Otro cuando pariste un niño al que bautizasteis con el nombre de José Joaquín y hoy es ya todo un hombre , abogado en Utrera , que tiene cincuenta y cinco años y lleva por apellidos Prieto y Álvarez de Toledo . Casado con Julia Prieto es padre de una jovencita llamada Julia . A ti se parece tu nieta .
Siempre fuiste una mujer vistosa , muy simpática y con clase personal además de original . No siempre la clase va unida a la originalidad pero en tu caso , sí. A Glaukopis , que también la tiene, le encantabas. Tu forma de ofrecer las tapas cuando íbamos a tu casa era irresistible . Manolo Román , amigo de tío Eutimio , comentaba , cuando venía a pelo, que tus maneras hacían imposible que no se aceptasen tus ofrecimientos .
Se trataba de una clase especial que no era común y que se ponía de relieve en todas tus manifestaciones. Superaba a lo que de forma rutinaria se llama clase , alcanzando cotas más altas.
Decías que tú y yo nos parecíamos y que yo hubiera debido ser hijo tuyo más que de mi madre. Tal vez fuese cierto . Lo que sin duda lo era es que por nuestras venas corrían casi las mismas sangres y teníamos genes parecidos que nos harían proclives a padecer depresiones . Una grave tuviste tú , que superaste , y yo , aunque no fuesen tan graves pero sí repetidas , las padecí y padezco. Cuestión genética que , es probable , nos marque y nos haga tener formas de ser parecidas y distintas a muchas otras .
Solías comentar que en una Feria de Sevilla sacaste a alguien , que se coló en la fila de espera , de un coche de choque cogiéndolo por la solapa de la chaqueta para que me subiese yo siendo niño de unos seis o siete años.. Lo creo aunque no ponga en pie la escena. Terrible pienso que debió ser porque terrible eras por las malas. Por las buenas , eras inmejorable. Soy consciente de lo que digo.
Tu sedentarismo vital te llevó a pesar unos kilos de más . Permanecías casi siempre sentada . Así te recuerdo , en especial en tu casa de Utrera a la que solíamos ir mi padre , mi madre y yo , desde Sevilla. Sedentarismo próximo a inmovilismo que te hizo alcanzar más peso de la cuenta hasta el punto de ponerte gorda . Mi madre , muy amiga tuya además de cuñada , decía , y yo también , que te habías convertido en una gorda ; pero una gorda que conservaba bonitas formas de mujer. No llegaste a perder con los años tu condición de mujer atractiva aunque yo te dijese una vez , y te enfadaras con tu sobrino preferido porque era para enfadarse , que me recordabas a la señoras que Mingote dibujaba en sus viñetas.
Mi abuelo Pepe Pineda solía decir de ti , cuando eras novia de Miguel Prieto que aviado estaba Miguel con Lola y sus raciones . Siempre te gustó comer bien y para ti todo lo bueno estaba maravilloso. El término maravillosamente era , pronunciado por ti , algo maravilloso . Encantaba y maravillaba al mismo tiempo; algo que no ocurría puesto en boca de cualquier otra persona.
No fui testigo de tus últimos días por estar inmerso en plena primera depresión . A pesar de ello asistí a tu entierro . Te recuerdo siempre viva y alegre . Con la alegría contagiosa que derrochabas porque desprendida y derrochona eras.
Mientras yo viva siempre te recordaré con enorme cariño , muy querida tía Lola. Un beso .
Guillermo.
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