Consciente soy de la existencia , dentro del amplio espectro de la prensa española , de varios diarios con nombre muy parecido pero menos latinizado . Al magín me vienen EL PERIÓDICO DE CATALUNYA , EL DE ARAGÓN , EL MEDITERRÁNEO etc.... Conozco la ideología de los mismos. Dentro cabe la mía que es conocida por todos los lectores de mis colaboraciones periodísticas y por los escritos que aparecen en mi blog.
Ni el cerrado PERIODICUS ni el abierto y recién inaugurado PERIÓDICUS , con acento en la o , tuvieron el mínimo roce con las distintas ediciones de EL PERIÓDICO .
Ninguno con la aragonesa, ni con la extremeña ni con la catalana. Solo a los catalanes separatistas defensores , a toda costa y como sea , de un Estado Catalán independiente de España , puede ser que no les gustasen algunas afirmaciones mías con respecto a su ridículo procés en caso de leerme algo en LA ALBORADA EN EL SENDERO.
Y hoy he decidido que sea el día en el que empiece a colaborar bajo un epígrafe tan extraño como puede ser : EL BICHO QUE LE PICÓ A CAMILO.
Se trata Camilo de un anciano al que su compañía telefónica lo dejó sin identificador de llamadas porque le pareció oportuno y porque le dio la gana .
Cuando le pusieron un teléfono nuevo, por el viejo no se oía , tras luchar con denuedo contra la compañía y contra las voces enlatadas , el técnico que a su casa fue para instalarlo , lo dejó , como el que no quiere la cosa , sin identificador de pantalla .
Tras la ida , que más que ida fue huida , del técnico dueño de unos modales impresentables , una sucesión de ceros apareció en la pantallita , ahora llamada visor.
Camilo no puede identificar , por consiguiente , el número que lo llama y por lo tanto no puede ver en su visor algún extraño y largo número que le haga sospechar y no descolgar ; sino los mismos ceros. de siempre.
No sabe , hasta que no oye la voz del llamador, el nombre de la persona de la que se trata. Desconoce , cuando descuelga , si es alguno de sus hijos , cuyos números antes aparecían en la pantallita , o si se trata de alguna de sus hijas por poner un ejemplo. No sabe quién ni de dónde lo llaman .
Así estuvo la cuestión hasta que a Camilo lo ingresaron , de urgencia , porque un bicho le picó cuando descolgó el teléfono sin saber quién llamaba. Una voz femenina y sudamericana empezó a contarle un rollo que Camilo , llevándose la mano izquierda a la rodilla derecha , cortó sin más .
Un extraño insecto corría por su pierna derecha hacia abajo y él lo intentó matar sin conseguirlo. Lo único que logró , una vez que el bicho desapareció de su vista , fue abrir su puerta y llamar al piso que más cerca tenía esperando que alguien hubiese y le abriera.
Poco a poco fue perdiendo el sentido y cayó al suelo sin romperse hueso alguno. Cuando el mayor de sus hijos lo encontró , yacía en el suelo del rellano sin sangre , sin sentido y sin vista . Llamó a una ambulancia y lo llevaron al Hospital de la Seguridad Social en el que lo atendieron y le trataron la picadura que presentaba en su rodilla un poco a lo loco porque no sabían qué bicho le había picado a Camilo y, por lo mismo, no sabían qué antídoto darle..
Mientras tanto , la rodilla había ido inflamándose y Camilo , aunque algo de sentido recuperó , se quejaba de fuertes dolores abdominales y de cefaleas que iban y venían por sus circunvoluciones cerebrales sin ton ni son .
Tras estar dos días debatiéndose entre la vida y la muerte y, una vez superada la infección porque Dios quiso , le dieron el alta y lo mandaron a su casa .
Una vez en ésta , cuando hacía tres días que había recibido el alta médica , vio un extraño insecto , el que le había picado en su rodilla derecha , trepar por una de las paredes de su cocina y le dio un zapatazo con su mocasín izquierdo . El bicho , tras emitir un extraño sonido , cayó panza arriba y boca arriba mostrando la desnudez de sus múltiples patas y un abdomen azulón que daba grima . Medía unos seis centímetros y era alado.
Cogió Camilo con el recogedor el bicho que le había picado y llamó a sus hijos comunicándole el hallazgo y muerte del insecto . A la mañana siguiente lo transportaron en una caja idónea llevándolo al laboratorio del hospital en donde no supieron qué decir sobre el bicho que le había picado a Camilo pero se alegraron de que Camilo estuviese como si tal cosa después de lo grave que estuvo.
En vista de lo poco que le dijeron en el laboratorio clínico , lo acercaron al municipal . Lo que dijeron sobre el bicho lo dejo para otro artículo no vayan alguno de los lectores a asustarse con la respuesta .
Inauguro con esta narración mis artículos en EL PERIÓDICUS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario