La parte inferior del platillo volante , lo que llamamos bajoplato pero que bien pudiese ser llamada plato llano , se distanció de la parte llamada plato hondo mediante una expulsión de aires comprimidos y , a manera de colchón neumático , tras varios rebotes leves quedó quieta en las altas tierras de Nepal . Una multitud de nepalíes , chinos , indios , rusos , europeos sin unir , americanos del norte unidos y del sur intentando unirse en la quimérica Gran Colombia de don Simón Bolívar, árabes chiítas y sunnitas , negros de estaturas variadas entre los que distinguíamos a la perfección quiénes pertecían a la etnia batusi y quiénes a los pigmeos, más algún esquimal que otro con sus focas atadas con cadenas como perros atados con longanizas y una sevillana vestida de gitana que gritaba : viva el Betis ; vi , en mi primera ojeada a la nava en la que aterrizamos. Mirando con mayor detenimiento , vi a nuestros familiares ; Mari Casti ; Jacqueline , la mujer de Arturo , Lourdes , la cuñada de mi primo y Carmen , mi mujer , ataviadas con los trajes típicos de la zona , que las favorecían . A mi primo Eloy , el hermano de José Joaquín, no logré verlo. Tal vez , si se había disfrazado con el traje regional , mi mirada hubiese pasado por él y lo habría tomado por chino o nepalí ; pinta tiene de altoasiáticco.Estos Pineda Calle , mis primos hermanos , son tipológicamente arios.
En un templete de arquitectura típica de la zona , arquitrabada , las autoridades locales , muy circunspectas , rendían honores a las autoridades de tierras lejanas entre las que pude distinguir al señor Zapatero , el nuestro por poco tiempo , y al señor Rajoy , también el nuestro y pobre de él por la que encima se le viene , junto al general en jefe de la base de Arenosillo y al alto mando alemán en lo referente a investigaciones aeroespaciales de larga distancia. El templete estaba a rebosar y la emoción nos embargaba cuando pisamos el primer peldaño de la escalerilla rodeados de nieves perpetuas y un frío que nos pelábamos y del que Arturo se defendía con botella de escocés en boca y nosotros con un tristón café de máquina que nos habíamos hecho antes de aparecer ante tan numerosa como vociferante muchedumbre. Arturo estuvo a punto de rodar por la escalerilla y gracias a que José Joaquín lo cogió por una oreja y le dio un tirón de la misma por motivos fáciles de imaginar , no rodó como el cerdo de López rodó por la ladera de la montaña donde
pacía en lugar próximo a su zahúrda , no a la de Plutón que es propiedad de don Francisco de Quevedo , uno de los hombres más sagaces de la literatura castellana. Vi , en lo alto de una de las montañas , al " probe"
Miguel al que hacía tanto tiempo que no veía , tan amigo de Triana Pura , y que tan felíz está alli en todo lo alto del mundo. El cielo mostraba una claridad prístina , pero por más que me desojé , no vi al Yeti ni a nadie de su parentela. Peor para él , no sabe lo que se perdió por ser tan huraño y escondedizo.
WILHELMUS ALVARINUS TOLETANUS PINASTER , RECIÉN LLEGADO DE MARTE, QUIEN TANTAS COSAS CONTARÁ SOBRE TAN MARAVILLOSO VIAJE Y QUE , HASTA AHORA , POR UNOS MOTIVOS O POR OTROS , NO HA TENIDO TIEMPO PARA CONTAR.
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