Acabamos de llegar al aeropuerto de Barajas. De nuevo gran gentío del que poco me fío ( gato escaldado del agua fría huye ) en el que distingo a doña Esperanza Aguirre y a la señora de Cospedal junto a otras promujeres de la derecha española , próceres del Estado español que nos van a sacar de donde estamos por arte de birlibirloque. Han desplegado, las fuerzas del orden , un dispositivo de seguridad comparable al desplegado en la última visita del Papa a Madrid. Piensa el gobierno que , prioridad , es salvaguardar la seguridad de los tres héroes hispánicos , equiparables , en nuestras heroicidades , a Mío Cid , don Rodrigo Díaz de Vivar , al Almirante don Ramón Bonifaz rompedor de la puente de barcas que unía Triana con Sevilla allá por el año 1248, al famoso don Cristobal Colón yendo y viniendo a las Américas como el que va y viene de comprar tabaco en el estanco de la esquina y fuma sin prohibiciones en las cubiertas de sus carabelas y naos , o al mismísimo don Gonzalo Fernández de Córdoba que tan ventajosas cuentas hizo y en Ceriñola y Garellano venció a los franceses , en 1503 , en napolitanas lides. Nosotros tres comparados con semejantes héroes nacionales ; algo es algo.
La señora De Cospedal , coquetona , nos ha dado un beso, que a poco nos ha sabido a pesar del buen sabor de sus labios ( buena barra debe utilizar la puñetera ) y doña Esperanza Aguirre , jamona , otro de sabor parecido pero algo más agridulce , como la expresión de su rostro. Creo que los que le han dado a José Joaquín han sido más de corazón que los dados a Arturo y a mí . Sus planteamientos políticos coinciden más con los de mi primo que con los independientes nuestros. Las predilecciones resultan evidentes y cada uno es libre de tener unas u otras. De cualquier forma, De Cospedal es mona en las distancias largas y más en las cortas.
Tras el besuqueo de rigor hemos emprendido la marcha , con la misma escolta que el Papa Benedictus XVI , hacia la Zarzuela. Recibidos por un don Juan Carlos yacente y convaleciente , Arturo , inspirado por el nombre del palacio y , de improviso , ha entonado doña Francisquita con buen son. Tan bueno que el Rey le ha concedido el señorío de Martoncity . A José Joaquín , el de Martinia y a mí me ha dicho que con la nobleza milenaria que poseo ya tengo de sobra. Qué para qué quiero yo más nobleza que con la que tengo. No todo el mundo tiene tus raíces mozárabes toledanas , Wilhelmus, ni tu nobleza de solera y manzanilla de Sanlúcar. Esto sí, don Juan Carlos, haciendo gala de la esplendidez que lo caracteriza, me ha regalado cien jamones de cochino bellotero de los montes de Aracena y cien cajas de manzanilla fina que , me ha dicho , ya tengo en mi casa. Al margen de concesiones tan variopintas, nos ha colgado , en nuestras respectivas solapas , tres medallas , una por barba en cuanto que barbudos estamos. Mis compañeros con barbas de nuevos cuños y las mías con olor a colonia añeja y color blanco . La medalla a Arturo , de oro blanco , es la del mérito aeronáutico , tan merecida. La de mi primo es la de colaborador especial y espacial en misiones históricas, de oro amarillento y diamantes engarzados en buen montaje. A mí , aparte de una medalla de oro y plata muy bonita , me ha nombrado , esto sí , por ser la primera vez que el hombre llega a Marte, ADELANTADO DE LA FRONTERA CÓSMICA., gran honor que llevaré con la máxima dignidad y sin el mínimo boato o engreimiento. Como mandan los cánones de la vieja nobleza castellano-extremeña.La mía , por muy debilucha que esté mi economía.
Dios salve al Rey y a la Reina.
Dios salve al Rey y a la Reina.
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