BREVE HISTORIA DEL PLANETA ROJO : MARTE

Como lo prometido es deuda, y si no hay fondos que no se prometa , aquí llevan mis lectores una introducción o breve Historia de lo acontecido en el planeta Marte desde que , por primera vez, lo habitó el género martense.

Marte importó la vida desde galaxias y sistemas astrales muy lejanos. Tanto que , desde que su primer habitante pisó sus rojizas superficies tan semejantes a las ácidas que forman la cuenca del onubense río Tinto,  no se han producido más inmigraciones que la de nosotros tres terrícolas. El martense llegado desde otros mundos alejados , más de miles de millones de años luz , holló las martierras rojas por primera vez en años anteriores a nuestra era terciaria , tan lejana en el tiempo , y lo hizo tras ser abandonado a su suerte por una nave interespacial en compañía de martensa fértil que le permitió , gustosa y animosa . reproducirse cual conejos hispánicos. 

Aunque no dejaron a la pareja papel ni instrumento escriturario que le permitiese garabatear como en nuestra época prehistórica en muros y paredes naturales de cuevas ( primeros grafitis anónimos ) , pronto las habilidades de Eva Martín supieron sacarle punta a una esquirla ósea y , tomando una pizca de polvo rojo , hacerce  un lápiz de labios y otro de rímel para el arreglo de sus ojos , que , ya por aquellas lejanas fechas , comenzaban a bizquear. Mientras ella , el eterno femenino universal y cósmico que tanto sabe , daba el primer paso hacia la invención de la escritura martensa y del precedente abecedario , Adán Martínez ,de los Martínez de Marte , se echaba una siesta a la sombra de un paredón rocoso y rojizo por el que trepaban las cabras martesas de quince cuernos par banda viento en popa y a toda vela , en la escalada. Adán Martínez , según cuenta la Historia , era más flojo que un vendo y de aquí que la sociedad del planeta rojo sea matriarcal y matrilineal. Adán hacía el amor y descansaba mientras la Eva martense , con sus barriga , se deslomaba por el progreso de su prole a la que sometía , de muy buenas maneras y con muy buenas formas,  a un aprendizaje continuo que pronto tuvo los efectos deseados : unos retoños algo feos en comparación con nuestros cánones de belleza pero dotados de unas capacidades de captación que los llevaron a ser seres muchísimo más inteligentes que nosotros los del planeta azul.

Pronto fueron conscientes de su superioridad sobre los habitantes de la Tierra y , mientras nosotros nos despedazábamos a cachiporrazos de madera y nos comíamos a nuestros muertos como antropófagos insaciables , ellos descubrían la metalurgia mediante un sistema ordenado de deducciones por simple observación de la realidad circundante. A partir de este instante, su Historia , sí con mayúscula , emprendió un aceleradísimo proceso que los condujo a adelantarnos en todo hasta el punto de dejarnos a la altura del betún en cuanto a desarrolo social y tecnológico. No comprendían , y siguen sin comprender, cómo nos hacíamos la puñeta sin parar en vez de protegernos de los peligros comunes procedentes del Espacio exterior y de las catástrofes naturales propias de los objetos y cuerpos celestes , tan parecidos al color de nuestro planeta. Cuando Clístenes trabajaba en la confección de su Democracia , ellos ya habían arribado a unos alcances socioeconómicos de los que nosotros aún distamos años luz a pesar de la Revolución Francesa que tan corta se quedó porque a la burguesía no le interesó , como no le interesa hoy , desarrollar sus Constituciones ni sus Instituciones. En fín  una Historia , no como nuestra historia plagada de crueldades, abusos , injusticias , falsedaes , muertos de hambre como los negros actuales del cuerno de África y como los negros y los blancos de otros muchos lugares , sino de progresión justa e inteligente tendente a acercarse lo más posible a los deseos del MAGNUS CREATOR en lo referente a la igualdad , libertad y FRATERNIDAD. Comprenderán mis lectores que nada quieran con nuestros congéneres , excepto con nosotros tres y pocos más. Aunque su tecnología es muy superior a la nuestra, nuestra maldal está muy por encima de la suya , inexistente. De aquí que nos teman como a una vara verde , con razón.