En relación con las estupideces que se pueden leer y ver en las llamadas redes sociales . Comentaba el señor Eco que antes solo se oían las estupideces que suele decir buen número de mortales en las barras de los bares tras tomarse dos , tres o más copas o vasos de vino ; es decir , medio borrachos. Estupideces que carecían de mayor trascendencia en cuanto que quedaban circunscritas a los oídos de los parroquianos , del dueño del bar y de alguien que por allí estuviese. Ahora , con esto de las redes sociales , la profunda estupidez del ser humano en general se exterioriza con formas que tienen mayor eco , jugando con el apellido del señor Umberto Eco , y sin necesidad de copas , o tal vez sí , a la vista de lo que se escribe y lee en las llamadas redes sociales. Las hay de todos los malos estilos y de todos los malos gustos y yo me pregunto qué podrán importar y aportar a alguien tantas estolideces juntas : especie de juegos reunidos de idioteces que reflejan , al mundo entero , lo idiota que son sus autores. Lo imbéciles que son los hombres en número considerable y lo que estos pueden dañar a los que no lo son. En relación con lo anterior , comento yo que en cualquier ideología , planteamiento político , religioso , económico , etc... lo verdaderamente importante es la propia persona . Mucho más que la ideología o pensamiento que cada hombre pueda defender e izar por bandera. Estúpidos los hay en todos los lugares y naciones , pero divulgar la estolidez de manera tan rápida y universal es asunto moderno que nos ha llegado mediante estas redes llamadas sociales que dan pábulo a cualquiera que , por lo general , no sabe lo que dice ni lo que piensa. Los hay y , por desgracia para el hombre que es como todos debieran ser , en abundancia.
Estoy , por tanto , a favor por completo de lo comentado , creo que en Italia , por el autor de la famosísima novela en la que mi tocayo Guillermo de Baskerville o Sean Connery en la película fueron protagonistas principales y personas como todas debieran serlo. Durante un tiempo , y por recomendación de algún imbécil de estos al que , de manera tonta , tuve en cuenta , pertenecí a una de estas redes de las que voluntariamente me fui por lo mismo : por no aguantar ni soportar las imbecilidades que , en buena parte , leía y se decían. Ojalá quedasen en dichos y no en hechos.
Wilhelmus Alvarinus Toletanus para la sección Cartera sin Ministro y sin dinero , sección selecta del selecto periódico sevillano LA VERDAD POR BANDERA.
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