En la que , tras felicitar a Carmen que ha bajado a darse un baño corto pero profundo en la playa, apunta que no está de acuerdo con los planteamientos defendidos por los autores de los artículos citados en entrada inmediatamente anterior y que tanto coinciden con los míos. Tampoco está , por consiguiente , de acuerdo conmigo en estas opiniones que giran en torno a enfermedades reales , supuestas , temidas o adelantadas en sus procesos que se producirán o no y que sí lo está con la medicina preventiva. Cada cual puede tener sus opinión al respecto sobre este asunto y sobre todos aunque yo considere que unas opiniones son más acertadas que otras. Cuáles son unas y cuáles son otras lo desconozco a cierta cierta , pero la mía es la mía y mis razones tengo para defenderla . Casi las mismas que los autores de los artículos .
Aprovecho la llamada de don Veriniano para darle las gracias por felicitación y publicación , a más de alegrarme de oír su acento sevillano culto que en algo me recuerda a muchas personas de Sevilla que tan bien hablan y pronuncian la lengua castellana sin necesidad de haber nacido en Valladolid o en cualquiera otra ciudad castellana en las que se presume de hablar mejor que nadie nuestra lengua oficial. En Sevilla , las personas cultas que hablan bien y con el acento sevillano propio son una delicia oírlas en nuestro muy hablado idioma . Los que hablan mal desdicen de su sevillanía y poco bien hacen a la ciudad de la Giralda , la Torre del Oro y a otras muchos paisanos dominadores de la lengua castellana.
En relación con ello , digo que me siento honrado y satisfecho de ser sevillano y llevar cuarenta años viviendo en la ciudad de Cádiz , ciudad en la que nacieron las Cármenes de mi familia conyugo filial y Guillermo , Guillermete para mí , y otras muchas señoras o señoritas que no hablan como ellos sino de forma exagerada y presumiendo de su habla andaluza ; en el caso que me ocupa : gaditana. Hay expresiones , admitidas y generalizadas en Cádiz , tomadas como identificativas de gaditanismo , que mejor es no citar ni en broma. Sobran en cualquier conversación de mediano buen gusto aunque en cualquier calle o esquina de la ciudad , decadente en múltiples sentidos , puedan oírse e incluso imitarse y aplaudirse. Está de moda vanagloriarse de la ignorancia lingúistica y del mal gusto en el sentido que sea , pero ¿ qué le voy a hacer si así es la rosa marchita y con espinas ?. No se eche en saco del olvido que la forma de hablar el castellano que pasa a las Indias , después América hispánica o latina , fue la andaluza y mírese lo bien que se habla nuestra lengua hasta en la Amazonía y alturas andinas. Bastante mejor que en muchos pueblos y ciudades andaluzas cuyos miembros , por aquél entonces , la llevaron a través del Océano Atlántico sin teléfonos móviles y otras zarandajas que a día de hoy pueblan nuestras calles y muchas de nuestras casas. Para hablar bien una lengua lo indispensable es oírla hablar correctamente en casa. En caso contrario , los gatos , los leones , tigres y otro animales dañinos pueden abundar y , como hechos reales , abundarán en nuestras expresiones.
Al teclear esta entrada sobre la etiqueta de Cádiz pienso y creo , con fundamento , que don Veriniano , ávido de los escritos de su escribidor colaborador en LA VERDAD POR BANDERA , tendrá a bien publicarla por considerarla razonada y razonable : publicable. Es difícil que en los centros de enseñanza , sean del nivel que sean , los profesores estén capacitados para hacer perder los pelos de las dehesas adquiridos a lo largo de generaciones. No obstante , el que vale y capacidades tiene , puede conseguirlo mediante el estudio y la perseverancia sin tener que ocultar sus orígenes sociológicos en sentido alguno ni presumir de ellos pero valorándose a sí mismo en cuanto que un progreso con respecto a situaciones sociológicas anteriores supone. Son los menos y , en cuanto tales , excepcionales. Los hay , los conozco , los valoro al máximo y los respeto en la misma medida : la máxima. Esto sería tratar de igualar por arriba , en cuanto a conocimientos y preparación , y no por abajo como tantos defienden sin saber qué defienden y para qué. Con hablar mal y presumir de ello se revelan tantas cosas que mejor es no hablar ni escribir sobre ellas ; lo cual no quiere decir ocultar lo evidente sino no valorarlo en cuanto que carece de valores.
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