Desconozco qué se les infundirá a los enemigos declarados de ellas lo que puedan significar e indicar , aunque lo intuyo. Lo que sí conozco es que es prenda o atavío que en invierno o cuando hace frío , aparte de que las de verano algunas son bonitas , hacen oficio de abrigos de gargantas , como los pañuelos de cuello , aunque yo prefiera a la marginada corbata , y favorecedoras de las estéticas femeninas y masculinas. Hay personas que parecen tenerle la guerra declarada y el escribidor , con sinceridad , prefiere que se declaren las guerras a ellas que a otras cosas , sociedades , personas o naciones . Las guerras son lo último , tengan las causas que tengan , y suponen el fracaso absoluto del hombre sea del lugar que sea y se produzcan donde se produzcan . A no ser que los enemigos de las corbatas nos aprieten los nudos hasta estrangularnos a los que las utilizamos. Todo puede darse y sembrarse en los campos que el hombre ara o araba y , lo primero , en las ciudades que son los lugares en los que más se utilizan en invierno por algunos que todavía somos muchos. La corbatas , por sus variedades de formas , nudos , coloridos y texturas , no son símbolos de partidos políticos o de ideologías algunas aunque las menos muestren escuditos identificativos . Entonces sí se pudieran considerar símbolos de algo ; pero en caso contrario , no. De ninguna manera. Y al no ser símbolo de nada , sino simple afición a ellas , no acierto a comprender la aversión que en tantos provoca prenda tan útil , elegante y abrigadita. Tal vez la animadversión sea producto de lo que en un tiempo pudieron simbolizar o , simplemente , cuestión de cuellos apretados . Este punto tiene solución al alcance de la mano : no apretarse los nudos y que la camisa sea la correspondiente a nuestro cuello . Asunto similar es el uso y utilización de chaquetas o americanas entre las que hay elevada variedad en las cuatro estaciones del año . En torno a éstas , que parecen despertar entre sus detractores menos oposición a su uso , digo que son vestimentas cómodas por el número de bolsillos que poseen y por su clasicismo elegante.
Confieso que , excepto cuando el calor aprieta , hago uso de corbatas y chaquetas puedan pensar quienes lo piensen que indican algo ideológico. Nada indica de ello en mí . Tan solo abrigo , comodidad y , si más alto fuese y delgadito estuviese , cierta elegancia y buen gusto que cada día escasea más por aquí , por allá y por acullá.
No obstante , me veo obligado a comentar que hay personas a las que las corbatas sientan como a un santo dos pistolas , al igual que las chaquetas sean aquellas o éstas más o menos bonitas , y que lo mejor que pudiesen hacer es continuar con sus absurdas costumbres de no usarlas ni para actos llamados solemnes de cuya solemnidad suelo carcajearme. Aunque las monas y los monos se vistan de seda , simiescos se quedan. Porque hay un buen número de hombres que son simiescos por fuera. Aún más por dentro sin querer señalar a nadie conocido o por conocer . Mientras menos me queden por conocer , mejor que mejor : casi inmejorable . Los simiescos por dentro lo confunden todo : hasta los rábanos con las coles. Claro : son irracionales a lo occidental y a lo oriental. A lo norteño y a lo sureño. No saben nada , como yo , aunque crean saberlo todo. Yo solo sé que en invierno siempre voy con chaqueta y corbata y en verano algunas veces. Cuando el calor no aprieta y las circunstancias me obligan. Son propicias . Todo se sigue confundiendo . Hasta el uso y utilización de corbatas y chaquetas por las personas vulgares que se siguen rigiendo por tópicos anacrónicos.
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