Es mi deber como tal adelantar que el escribidor , por mucho que escriba , no está a la altura del escritor y dista bastante de éste o de estos. Está a otra altura , inferior , por causas múltiples entre las que destacaría la preparación y la cultura profundísima que en cualquier escritor , que lo sea de verdad , reluce . La cultura y la maestría en la construcción de argumentos entre otras variantes de estas múltiples causas
No obstante yo , una vez jubilado de la profesión de la que he vivido a lo largo de mis años ( profesor de Historia de la Universidad de Cádiz pues las siglas nunca me han gustado ) , siempre me he considerado escribidor aunque haya ejercido otros oficios dignos que no merecen ser ahora citados.
El de escribidor es , a su vez , oficio digno si quien escribe lo hace con pluma , teclado y sentimientos verdaderos de las cosas que toca. De aquí que Wilhelmus Alvarinus Toletanus algunos temas ni los roce ni los quiera rozar porque no los siento lo suficiente . Entre ellos hay algunos que me tientan pero evitando la tentación evito el peligro .
Mis oficios , historiador y escribidor preferentemente , me han hecho pensar y sacar conclusiones que ayer comenté con mi concuñada Ana , persona inteligente , mona y que piensa por sí misma como yo pienso por mí mismo . Sentados una frente a otro en la terraza de un bar en que tomábamos unas copas de forma distendida y bajo las estrellas de la noche gaditana , tal vez aflojada la lengua por el buen vino catado , le dije : Yo no me considero una persona especialmente inteligente . Normal me respondió ella con sinceridad . Sí , le corroboré , pero mis años me permiten pensar que la mitad de la población , sea del lugar que sea , no alcanza nuestra normalidad en lo que se refiere a la tan de moda inteligencia emocional. Qué verdad sigue siendo lo que dijo don Antonio Machado sobre la mayoría de los españoles : que aquí , yo diría que también en otras partes , de cada diez cabezas nueve embisten y una piensa. Con la acción de pensar un poco y bien , con sentido común y sin intereses espúrios , se podrían arreglar muchas cosas que arreglo aparentemente difícil tienen. Si estas acciones de pensamientos , con las características que acabo de incluirles , adquirieran visos de verosimilitud y se llevasen a la práctica , multitud de cuestiones que aparecen como de dificultosa solución pasarían a ser fácilmente susceptibles de solucionarse . Mas para conseguir esto nos tendríamos que despojar de viejas y ajustadas capas que tanto sobran al llamado español y hombre medio y que lo complican , voluntariamente y de forma egoísta , todo. Pero a capas que están muy arraigadas , que siguen pesando en exceso y , algunas , son de enorme valor material , ideológico o sentimental les resulta problemático hacerse desaparecer Qué bien nos vendrían a los españoles y a todos los hombres la aparición de un hombre realmente nuevo que olvidara prejuicios ñoños y capas del color que fuesen o tuviesen unos u otros valores , ya caducos. Tal ves así , la decadencia de occidente de la que hablan tantos , entre ellos Spengler , no llegase a producirse o , tal vez , se produjese para bien de todos y no solo de unos pocos aprovechados de las circunstancias actuales en las que está el planeta todavía azul. Bonísima voluntad por parte de quienes estemos preparados para tenerla sería necesaria . No siempre ésta está al alcance de todos . Yo diría que de muy pocos. Pero yo soy un simple escribidor que tantos otros dirán que no sé lo que digo o que soy un utópico como ciertamente soy : anarquista-pacifista-utópico de verdad y no de pacotilla como tantos lo son . No quiero dar nombres porque no merecen que se den aunque se pueda pensar , con facilidad , en ellos.
Creo que no hay profesión más independiente , limpia de intereses y que llene más que la de ser escribidor sin más aspiraciones que la de decir o escribir lo que realmente se piense aunque muchas cosas guarde el escribidor en su tintero por ahora. . Tantas , o casi , como las de mis admirados y leídos escritores aunque estos puedan vivir con mayor desahogo que el firmante , el cual tampoco se puede quejar demasiado en lo que respecta a forma de vivir propia . Sí de otros muchísimos a los que apenas se les dio opción de que pudieran pensar.La única opción que se les dio fue la de embestir y , en caso de ofrecerles las dos , optaron por la segunda habiendo podido elegir la primera. Así somos en España , fuimos y , me temo , que seguiremos siendo mientras el sistema siga siendo el mismo y teniendo cuerda para rato porque tenemos los mismos perros con distintos collares . Los collares sean como sean , no cambian las formas de ser de los perros ni de las personas. De nadie. Bueno , mejor dicho y rectificando : depende de la materia con la que estén hechos los collares. Ahora pienso que está mejor dicho lo de los collares. La digna y humilde profesión de escribidor puede ser ingrata pero para mí es gratísima.
1 comentario:
Certero, una vez más y el tema da para mucho, claro que en una terraza tomando unos vinos o cervecitas en Cádiz, hijo mío, yo lo alargaría una jartá, jeeeeee...
Soy sevillana, pero no estoy climatizada, ¡Ofú!
Un abrazo,pareja.
M.C
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