El turingio se llama Markus y es alto y amigo de mi hija . Se conocieron en Bath hace unos siete años y la amistad continúa. Markus es muy alto y tiene mirada de buena persona. De hombre como se debe ser : bueno , trabajador , honrado y con aspiraciones profesionales aunque ahora sea profesor de instituto en un colegio de su región , Turingia , en el que imparte clases de Historia. Ayer tarde vino a cenar a casa acompañado de Carmen-filia con la que habla en inglés . Aunque estudia castellano , el dice español , mis charlas con él se caracterizan más por lo gestual que por lo lingüístico ya que el escribidor ni habla alemán ni inglés.A Markus me dirijo en castellano con acento andaluz, de Andalucía occidental , y hablando muy despacito para que me entienda . Lo consigo solo a medias o menos. En el bachillerato y en la carrera estudié latín , griego y árabe. Me acuerdo algo de la primera lengua , de aquí mi afición a los latinajos , y menos de la segunda . De la tercera solo sé decir un hombre se comió un plátano que más o menos suena así: al rayulum ákala mauzum . Como el teclado carece de caracteres árabes , no puedo hacer la transcripción como debiera. Antes , de tarde en tarde , recitaba el alfabeto árabe pero ya de las primeras letras que siguen al álif no paso. Recuerdo con cariño a los profesores que en el colegio y en la Hispalense me explicaban las lenguas muertas y la viva. La lengua francesa la hablaba . Para algo hice el bachillerato completo en la Escuela Francesa.
No era la primera vez que Markus venía a casa. Hace tres años estuvo , en verano , en la terraza , y decía de forma reiterada la palabra melocotón intentando demostrar su buena pronunciación de la lengua castellana . Al tiempo , yo le indicaba que mirase al mar para que viese los barquitos que pescaban y soñara... Ahora ha aprendido la palabra semáforo , término de origen griego cuyo origen y significado siempre he sabido por mis estudios del idioma de la Grecia clásica : portador de señales.
Markus come y bebe más que nosotros y Glaukopis , conocedora de esto , puso sobre el mantel algo más que lo suficiente. Tuvo en cuenta sus gustos y cenamos .
Poco más sé de este amigo alemán de Carmen-hija del que escribo. Otro tiene que se llama Guillermo , como su hermano. Mediante él lo conoció. Éste Guillermo es hijo de español casado con alemana; es decir , medio alemán y medio español . Por no saber , no sé ni el apellido de Markus. Sí el de Guillermo . Por tanto , haciendo honor a la verdad , poco más puedo decir sobre Markus . No sé cómo se llama su pueblo de la regíón de Turingia y no me acuerdo del nombre de la ciudad alemana en la que me dijo que estaba la Universidad donde estudió. Solo hablé con él , ambos sonriendo , en lo concerniente a cuáles eran los temas de su asignatura. Markus trajo una caja de buenos bombones. Aunque recordase su apellido , lo hubiese silenciado ya que Markus desconoce que estoy escribiendo sobre él. Tampoco Guillermo el alemán lo sabe y por esto mismo no escribo sus apellidos que sí sé cuales son. Solo digo que son eufónicos y bonitos tanto el primero , el español , como el segundo , el alemán.
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