Escribo mientras Emilú duerme como una "lirona"-. Puedo decir que como una gata ya que gata es. Hay una foto de ella , hecha por mi mujer , que acompaña al primer texto que le dediqué. Es , por tanto , gata conocida por los lectores del blog . Gata que ha adoptado a Glaukopis como una especie de segunda madre ya que de la primera nada sabemos. Todo lo sabrá Emilú si es que se acuerda pues cachorrita llegó a casa , traída por Guillermo, en una noche de frío y abundantes lluvias.
Yo soy su abuelo y a la persona que cuando no está mi mujer le pide la " tapita " que suele tomar sobre las doce de la mañana y sobre las siete de la tarde. La pide emitiendo unos suaves maullidos al tiempo que se restriega entre mis piernas. Si es demasiado temprano le digo que todavía no es hora y se conforma ; es de buen conformar. En caso de ser la hora , se la pongo en su comedero y , una vez comida , me da las gracias volviéndose a restregar en mis piernas. Emilú es más educada que otras personas que no agradecen nada. Cuando se ha relamido , vuelta a dormir o a pasearse por la casa buscando sus lugares preferidos para volver a dormir en caso de no ver algún pajarito. Si se da este caso , deja el sueño para más adelante y da unos pequeños maullidos indicativos de querer cogerlos. Los cucos cuando pasean por la terraza le llaman le atención de manera especial.
Emilú es muy buena , creo que lo habré escrito en otra entrada , y solo ha hecho , en el tiempo que lleva viviendo en casa , pequeños extravíos que nunca han pasado a mayores. Para mí es como si fuese una nieta sin serlo.
Como animal de costumbres que es , a determinadas horas , suelen ser entre las nueve y las diez de la noche , le gusta jugar con mi mujer o conmigo con los ratones de juguete que tiene . Adopta entonces posturas felinas de cazadora y sale como una fiera tras los ratoncitos que se le lanzan con pies o con manos. Tras ellos corre de forma alocada y , después de haber jugado un rato se posiciona , junto a Glaukopis , a ver qué cae de lo que estamos comiendo. Siempre algo cae y vuelve a relamerse sobre todo si son gambas o pescados.
Al poco , suele dormirse sobre las once de la noche , se echa , sobre la ropa de cama , al lado de Glaukopis o entre ella y yo ;y a dormir con la conciencia tranquila como la debe tener en cuanto que nada malo a nadie ha hecho. Que duerme a pierna suelta está de más decirlo. Todo el mundo sabe que los gatos son dormilones y algunos hasta dieciséis horas duermen.Ahora mismo, mientras tecleo sobre ella , está dormida en el sofá de la sala de estar. También todo el mundo sabe lo comodones que son.
Cuando suena el timbre de abajo o de la puerta de entrada , huye cual gato escaldado del agua fría y se esconde debajo de las camas. Solo en caso de que se trate de persona familiar o conocida sale, al rato, expectante . Es evidente que es animal de compañía . Para guardar la casa no sirve.
Si digo que es ordenada aunque le guste meterse en los armarios y desordenar , no digo nada nuevo sobre la forma de ser de estos pequeños felinos que tanto recuerdan a los grandes.
Emilú se da a querer. Mi mujer habla con ella como si fuese una persona . El día que Emilú le responda , lo cual querrá decir que la ha enseñado a hablar, que la ha hecho gata parlante, nos hará ricos aunque de dineros no se debe hablar sobren o falten.
Emilú será , de darse el extraño caso , el primer animal parlante. Los loros son parlanchines y repetidores de palabras. No discurren .Emilú es capaz de lograrlo algún día ayudada por mi mujer.
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