Lo acabo de hacer en uno antiguo . Su nombre es , o era , EL SUGUS DE PIÑA , y en él leo , en entrada titulada LA MUERTE DE LOS BLOGS , que lleva por fecha el jueves , 11 de junio de 2009 , hace algo más de una década , lo siguiente que me da pie para teclear este post :
"Los blogs decaerán hasta que se queden dos tipos : los que ofrecen una recopilación de contenidos especiales ( sustitutos de revistas especializadas , como las de coches , aviones...) . O los que cuentan las vivencias u opiniones , que serán los que se irán agotando en seguidores y sólo se escriben porque el autor del mismo ... le gusta escribir " Quizá hubiese sido mejor decir al autor del mismo en vez del autor del mismo . Mas es lo de menos aunque la ortografía tenga su importancia. Estoy , sin duda alguna , en el segundo grupo . Siempre al escribidor que teclea le ha gustado escribir. Pienso hacerlo hasta que mis dedos no puedan ya pulsar las teclas o me llegue la hora final. Desde hace años lo hago , con preferencia , en el llamado SEVILLACÁDIZ.
El número de seguidores de aquel blog era escaso , tampoco el mío cuenta con muchos , pero es probable que lo que su autor escribió, pienso que siendo joven , hace más de diez años , conserve alguna validez . Al menos , aunque con características distintas , escribió también el término , no admitido por la Real Academia Española : TRIPADRINO. Buscándolo encontré el blog. No me pareció que su autor teclease mal.
El padrino , aparte de la película dirigida por Coppola y protagonizada por Marlon Brando , fue un tío abuelo materno del escribidor , Enrique Pineda Calle , que así era llamado en la intimidad familiar. Es probable que con motivos sobrados . Otros muchos padrinos hay.
Lo recuerdo , al nuestro , tanto en su casa de Osuna como cuando se vino a vivir , con mi abuelo y una criada antigua , a mi casa de Sevilla. Se trataba de hombre paciente , bueno y cariñoso que murió con sesenta y pocos años de cáncer de garganta . Fue cuando me escapé de casa de mis abuelos paternos , en la que me habían dicho que habría de dormir cuando terminaran las clases en el colegio de los Escolapios de Sevilla , diciéndole a mis tías que iba a comprar caramelos. Con diligencia recorrí las calles que separaban una casa de otra y aparecí en la mortuoria . Provoqué sorpresa mayúscula . Contaría Wilhelmus con ocho años. No más .
Quién me iba a decir que yo , yendo de camino a los setenta y dos , escribiría estas letras llenas de admiración hacia Enrique Pineda , y que , en teoría , estuviese nominado , término muy de película o de aspirante a premio literario , para ser tres veces padrino de bodas de mi hija Carmen . Quién me iba a decir tantas cosas , algunas sorprendentes , que han sucedido en mi vida . Escribo poniendo a las Cármenes por testigos. Cuento una vivencia . Otras veces he expuesto opiniones . Pertenezco , está claro , al segundo tipo de blog de los que se escribió en LA MUERTE DE LOS BLOGS .
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