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EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.

lunes, 11 de marzo de 2013

PASEANDO POR EL PASEO MARÍTIMO

O sea , haciendo algo tan natural como pasear por un paseo y algo menos , aunque también lo sea dado el lugar y la piel que habito, que el paseo esté junto al mar , me encontré con don Justo De la Justicia Grande y su gran humanidad. Me invitó a un café en lugar próximo a su , y en cierto sentido mío , RECLAMO DEL GOURMET  y , tras comentar lo satisfecha que quedó la delegación franca tras el almuerzo consabido , cuando el camarero que nos sirvió café y copas se hubo retirado con su bandeja y paño blanco impoluto colgando de su antebrazo , camarero clásico donde los haya , sin dejar de mirar don Justo cómo el viento inclinaba las palmeras casi hasta postrarse por la fuerza de los elementos desatados y cómo el frío semejante al que hace cuando el grajo vuela bajo obligaba a los paseantes a encasquetarse capuchas y anudarse bufandas , me dijo con la misma solemnidad que le supongo al dictar sentencias ( vaya parrafada que me ha salido sin proponérmelo ) : Carísimo Wilhelmus , mi mujer y mi hija , algo monjiles , comedidas y morigeradas en sus costumbres diarias y nocturnas , vestidas y sin vestir cual es el caso de Justina Justiniano y pienso que , por herencia y educación recibida  el de nuestra hija Justita , han quedado absortas ante el licencioso comportamiento de nuestro maitre ( con acento circunflejo sobre la i ) Arturo Pérez y Pérez con la algo casquivana y descocada madame Ninette. Dicen no haber visto jamás amor surgido tan a primera vista. Debo aclararle que yo , tras treinta años de casado , todavía no he conseguido ver a mi mujer tal como Dios la trajo al mundo e  igualmente mi interés por verla decrece  con el paso del tiempo y por su tozudez pudorosa que nunca he comprendido. Opino , pensando que estoy en lo cierto que a Justita , en caso de casarse algún día , su marido tampoco podrá verle sus encantos más íntimos y harán el amor con camisón y pijama como lo hacemos doña Justa y yo. Considera que es la forma justa de amarse y las formas justas nunca deben ser sobrepasadas. A pesar de estas anticuadas costumbres de mi mujer cuando está yacente y sin ardor  , siempre  , jamás le he sido infiel porque el sacramento del matrimonio es indisoluble y yo , al llamarme  Justo de la Justicia Grande , estoy obligado a serlo , y fiel , debido a lo que me obligan mis apellidos.  En honor a la verdad ledigo que alguna vez he estado tentado de acercarme a algún lugar de mala 

nota y tomar buena nota de las costumbres licenciosas que en ellos se llevan a la práctica , pero mi responsabiliad me ha hecho desistir de satisfacer mi curiosidad sana o insana porque dudo si es sana o insana. Según mi director espiritual , que es cura abierto y respetuoso con su celibato , lo de mi mujer tiene castaña , mas nunca le ha comentado la conveniencia de ser menos estrecha por parecerle consejo inapropiado de cura que se precie y cumpla sus preceptos morales en cuanto a sexualidad vigente. 



Don Justo , con las intimidades que me ha contado , me ha vuelto a demostrar la confianza que en mí ha depositado. Más que en Arturo , quien ha perdido varios puntos en su consideración personal. No en la profesional. Él y Ninette son más liberalotes que don Justo y familia . Aunque de costumbres amorosas diferentes , la nueva pareja formada por Ninette y Arturo y la que componen el magistrado presidente de sala de audiencia territorial andaluza y la norteña doña Justa , es nacida en un pueblo de los montes de León aunque no sea leona yaciendo sino señora dadivosa y caritativa  estando de pie, son gente encantadora y muy pero que muy seria y de verdad. No como tanta otra gente que no vale un duro. Como se podrá pensar , di a don Justo algunas orientaciones , en este caso privadísimas , sobre las medidas que , si seguía teniendo deseos de ver a doña Justa como Dios la trajo al mundo , sus edades rondan los sesenta añitos por cabeza y alguno se puede tener todavía , la camelara con palabritas al oído. . Las orientaciones y consejos que di a don Justo , sobra decir que eran , todas , ajustadas a justicia , buenas y sanas costumbres para ser más felices. De las perdices se encargará Godofrito Malagamba que tan bien las despluma , desnuda , prepara y viste con farolillos de la Feria de Sevilla , recogiendo la receta que Arturo y yo le dimos para las gambas a la andaluza. Ahora , las perdices aparecen en la carta de EL RECLAMO DEL GOURMET como perdices a la sierra norte sevillana. No en vano volaban , las que en el restaurante se compran , por los montes de Cazalla y comarcanos. Por Sierra Morena , montes a los que he recomendado a don Justo que vaya con su mujer y pruebe  si con lo que le he dicho  logra ver desnuda , aunque ya esté talludita , a su mujer. En cuanto antes mejor no vaya a ser que lo desilusione y de ilusiones vive el hombre.La Sierra de Cazalla no desilusionará ni a don Justo ni a doña Justa , al menos en cuanto a amenidad y belleza de los paisajes. La estancia , en general , creo que les será más que grata. Agradibilísima . Ojalá vuelvan satisfechos porque más vale tarde que nunca.



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