EL HUESPED DEL SEVILLANO GADITANIZADO

El huésped , en el caso que me ocupa , no es don Miguel de Cervantes en la zarzuela conocida. Es un sevillano huésped de otro . Un músico amigo de mi hijo , batería con mayor indicación , llamado Antonio. Antonio Rodríguez según me dijo respondiendo a la pregunta que le hice por si venía la policia y tenía que dar datos sobre las personas que , en ese momento , habitaban la casa. En el primer intercambio de palabras con quien iba a ser nuestro huésped por varios días  , me dijo , refiriéndonos a amigo común , que era un buen hombre. Expresión algo en desuso entre la juventud actual que , por lo general , acoge como agua de mayo expresiones vacuas y anglicismos todavía má vacuos. Que una persona haga uso de la expresión buen hombre , con los pocos que hay  y tan genuina y bellamente española  teniendo solo veinticinco abriles  y referida a un joven de menos de su edad , limita con lo extraño en el mejor sentido de la palabra extraño.Limita con lo extraño y muy bien dice de la persona que la dice. La dice y la pronuncia con la elegante naturalidad pronunciada. El talante de mi futuro huésped me gustó al igual que su expresión bondadosa y más que inteligente , las gafotas que portaba para corregir su miopía y su gorrita de batería de conjunto musical. Volviendo desde Sevilla a Cádiz , mientras una tromba de agua me obligaba a transitar por la autopista a velocidad inapropiada , inapropiada  en condiciones metereológicas normales , a unos ochenta o noventa kilómetros por hora , le hice otra pregunta discreta , como las que a todo el mundo hago por educación y para darle conversación , advirtiéndole que su colega Wilhelmus Albanus , Guillermo Alvah , mi hijo , estaría pensando que le estaba haciendo el padrón como , dice  Guillermo , le  hago al primero que se me acerca. Lo que aún no saben Wilhelmus Albanus ni Carmen-carminis su hermana , por tanto hija mía , es que interesarse por las personas de reciente conocimiento , en el mejor sentido de la palabra interesarse , es señal de delicadeza y educación . De darle cancha y demostrar que están ahí junto a uno y uno los considera. Ante mi advertencia de lo que pudiera estar pensando mi hijo , y mi hija si hubiese sido testigo de la sanísima conversación , Antonio Rodríguez , el batería que será durante unos días nuestro huésped , respondió que él era un hombre transparente. Órdago a  la grande .Intuyendo yo , que también lo soy , los pocos que somos transparentes porque nada que ocultar tenemos , mi simpatía aumentó ante persona tan auténtica y sincera. Supongo que Antonio Rodríguez , el bateria de su grupo , aparte de haberle resultado grata la grabación del disco que venía a grabar con Wilhelmus filius (  cum Wilhelmo filio ) , le termine resultando , también , grata su estancia en casa siendo nuestro huésped. El de Carmen mater et Carmen filia , el de Wilhelmus Albanus y el de Wilhelmus Alvarinus Toletanus.. A Fernando Ruíz , nuestro médico amigo , se lo presenté como músico en acto y periodista en ciernes , en potencia. Volvió , Antonio , a hacer otro comentario atinadísimo como cada vez que dice algo. Antonio Rodríguez es el batería de Kenedy  (así aparece en la carátula ) y , nada más llegar , nos dio un disco del grupo que , sobre la marcha , oímos. Gustó