Uno de los clientes del restaurante es calderoniano. Se llama Melitón Calderón y Calderón sin que hubiese parentesco próximo entre su madre y su padre. Escríbolo de tal guisa por gentileza hacia la madre de don Melitón. Los mismos apellidos , aunque tampoco que sepamos haya parentesco próximo alguno , que los de la señora , amiga que habita en su piel octogenaria , que comparte planta de piso , puerta frente a puerta , de la de Wilhelmus , de la mía. Tras una puerta está su gran y buen piso y tras la otra puerta está el mío , el nuestro , más pequeño. Don Melitón , en una de las interesantes sobremesas en las que me invita a sentarme con él y a un Whisky de los muy buenos por los que se pirra Arturo Pérez , me asaltó , en el mejor sentido de la palabra asaltar , con una duda que , según don Melitón Calderón y Calderón , lo asaltaba sin descanso y sin arma de fuego ni arma blanca o negra. La duda siempre ha sido por mí compartida y nos acompañará hasta la tumba dada la dificultad de despejarla siquiera a corner. Su duda , y la mía , una de ellas pero de especial y capital importancia , era le de no saber distinguir los límites de la estupidez y de la maldad. Tras dos horas intentando señalar los límites entre estupidez y maldad incluyendo el argumento de la voluntariedad o no de acciones u omisiones , concluímos que , en efecto , esta duda , y otras , nos acompañarían hasta que , cada uno por su lado y a su debido tiempo , expiremos. Aunque sin hallar los límites entre estas dos indeseables características de buen número de hombres , marginemos en este sentido a las mujeres para continuar con nuestras gentilezas , concluímos , de igual forma , que , al fin y al cabo , daba lo mismo padecer la estupidez o la maldad de nuestros congéneres si por una vía u otra se hacía la puñeta , y más que ella , al prójimo. Comentele que , en lo que a mí atañe , se me ha hecho más la cachucha a través de la estupidez.. Respondióme que a él también y llegamos a la horripilante conclusión de que a los estúpidos hay que temerles más que a los malos. De las estúpidas y de las malas no hablamos por gentileza.De las aguas mansas nos libre Dios que de las bravas me libro yo , entonamos al unísono viendo , tras la mampara de la cocina , a Godofrito Malagamba y tras los ventanones que nos introducen el mar en el comedor en que departíamos , a don Justo paseando , tras su venida de Cazalla , con doña Justa . Me pareció verle que le rodeaba la cintura. Creo que mis orientaciones han surtido efecto en lo relativo a la modernización de formas amorosas en la pareja. A ella la vi luciendo una piernas bien torneadas que jamás había dejado ver a nadie. Creo que ni a su abnegado marido.A Justita de la Justicia la vi el otro día acompañada por un joven que le susurraba algo al oído sin que se descompusiera. Tal vez iba compuesta y con novio. Nada hay como un buen orientador y asesor de buenas costumbres en nuestras vidas. Póngalo en la suya. Nada hay peor que la estupidez o la maldad que tanto se da en cualquier entorno.
EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.
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