Teniendo presente mi anterior dedicación al periodismo activo , a mi época pasada pero que me imprimió carácter , véome obligado , y mucho , a comentar , asimismo , la fumata blanca anunciadora de nuevo papa en la iglesia católica.
Supe , desde el momento en que pudo saberse ; es decir , desde las siete y seis minutos de la tarde de ayer cuando la chimenea expulsó el humo blanco , que el cónclave de cardenales reunidos en la capilla sixtina , tan bien pintada , al fresco , por Miguel Ángel Buonarroti con quien se dice lejanamente emparentado mi compañero y amigo Godofrito Malagamba el chef de cocina de EL RECLAMO, había , con ayudas a las que aluden los miembros de la iglesia católica , llegado a un acuerdo en lo tocante a quién sería el Papa nuevo. Poco después sabría que se trataba del arzobispo de Buenos Aires . De buenos y renovadores aires está necesitada la iglesia católica y ojalá el cardenal Jorge Mario Bergoglio , hoy papa Francisco , logre la mejora deseada en el seno de la oficialidad del catolicismo y en el catolicismo de andar por casa.
Anunció la buena nueva el Cardenal francés Tauran de quien yo desconocía que lucha contra el parkinson que lo aqueja. Desconocimiento difícil de perdonar en experiodista que se precie de haberlo sido por mucho carácter que la profesión imprima ; pero , al fin y al cabo , fallos cometemos todos aunque se intente que sean los menos , no como los del gabinete presidido por Rajoy que los comete de manera recalcitrante y obsesiva.
Estaba viendo el importantísimo momento , por televisión , cum carmine alvarina toletana , filia mea cara , y cuando vio , ella , al cardenal Jean Louis Tauran , desconocedora de su enfermedad , quedóse de una pieza. Yo , escribiendo con el corazón en la mano y desconocedor , como ella , de la enfermedad del más antiguo Cardenal de la iglesia católica al que correspondía , en su calidad de protodiácono , dar la noticia del nombre del papa nuevo , pensé que se trataba del fin del mundo. Máxima preocupación que desapareció al ver a un miembro de la sacra comitiva anunciadora que se reía , ahora no sé porqué , y observaba al más antiguo miembro del colegio cardenalicio.
Desde esta modestísima tribuna e igualmente de todo corazón y con éste en mi mano , deseo lo mejor para el cardenal Tauran cuya figura y movimientos me impactaron sobremanera , al igual que a mi hija ; añadiendo que le he visto al novísimo papa Francisco , jesuíta , cara de buena persona. Las voces que he oído sobre él y las letras que he leído parecen corroborar mi positiva intuición y visión . Seguro estoy que pedirá a Dios para que el proceso de la enfermedad del cardenal Tauran se aminore o detenga al igual que los males que aquejan a la iglesia católica . El susto que me llevé fue morrocotudo. Ánimo , papa Francisco , para hacer bien el arduo trabajo que tiene por delante. Se lo desea , y fuerzas , un escribidor y pensador libre al que le hubiese gustado que la iglesia católica , a lo largo de siglos pasados y venideros , si es que vienen , hubiera sido ejemplar in capite et in membris. Siento decir , con objetividad y en honor a la verdad , que no lo ha sido. Quiera Dios que papa Francisco consiga mejorar el catolicismo oficial y militante. Falta le hace . Yo , por mi parte , deseo mejoría para el cardenal Tauran que gran susto dio a mi hija y a mí ; y lo mejor para católicos y no católicos. Para todos los hombres sin distinción de color , raza , creencia , condición de pobreza o riqueza.y mejor o peor voluntad. Lo mejor ecuménicamente. Mi condición de experiodista me ha obligado a expresar mi opinión sobre hechos de tanta actualidad aunque no me la haya pedido , siquiera como colaboración excepcional y sin remuneración , director o directora de rotativo conocido o por conocer.
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