Me sentí muy mal , con fiebre alta , calculo que sobrepasaría los treinta y nueve grados y medio de temperatura corporal pues cuando me puse el termómetro ya hacía una hora que me había tomado un paracetamol de un gramo y tenía treinta y ocho y medio . Temblaba como un parkinsoniano en las últimas. No se trataba de temblorcillo sin importancia sino que las cosas se me caían de las manos y el malestar general era notable. Nada de cualquier tembleque pasajero , sino de temblor sostenido y mantenido . La cabeza no llegó a dolerme pero la espalda y la cintura , sobre todo , me molestaban de manera ostensible. Me eché en la cama y me abrigué esperando que la medicina comenzara a surtir sus efectos antipiréticos en terminología médica y a bajar en terminología de paciente normal y no cursilón. Carmen me arropó con ternura y pensé que se trataba de un enfriamiento de los que casi nunca cojo, sin que me pasase por la cabeza que pudiera ser alguna reacción a lo que don Dídimo piensa de mi blog.
A la hora tuve fuerzas para levantarme y lo hice . No recordaba el tiempo que hacía que no me resfriaba , enfriaba ni temblaba así . Carmen me aclaró que hacía unos doce o quince años tuve los mismos síntomas ; pero yo no recordaba. La memoria , con el paso de los años , tiende a debilitarse y este olvido es muestra clara de lo que , por lo general , nadie admite porque casi nadie acepta , de buen grado , el paso del tiempo excepto las personas excepcionales. Ni siquiera me vinieron a la cabeza , durante la hora que permanecí arropado mientras los temblores disminuían , mis cinco años de depresión aguda. Buena cosa es este olvido y menos buena que mi madre se enterara de lo que me ocurría porque de cualquier piojo hace un caballero dada su escasa capacidad de disfrute aunque ella se empecine en decir lo contrario : que disfruta de todo . Yo escasísimas veces he podido comprobar esto y darle en esto la razón. Sus virtudes y valores tiene pero las actitudes positivas y el valorar lo que tiene no se encuentran entre ellas y éste no es asunto , como otros de su carácter , imputable a sus muchos años. Se deben a una determinada forma de ser que casi solo su hijo se ha atrevido a describir y a decirle . Mi madre es Margarita y sus valores y virtudes tiene pero el espíritu de comprensibilidad y de transigencia no se encuentran ni se han encontrado nunca entre ellos .
La cuestión es que estoy bastante mejor y esta tarde , como hago a diario , iré a visitarla sin decirle nada de mi enfriamiento . Si algo comentase ya tendríamos el problema correspondiente que no corresponde en nada . Ojalá todas las enfermedades que aquejasen a los hombres se tratasen de enfriamientos causados por unos motivos u otros . Las hay , en lo físico y en lo psicológico . bastante más graves y dejando múltiples secuelas que , a veces , son imborrables.
Voy a enviar estas letras a mi sección MINISTRO SIN CARTERA Y SIN DINERO , y ayer , sin salud. ¡Vaya nombre que tiene la sección! . Pienso que a don Dídimo maldita la gracia que le hará lo que acabo de escribir y volverá a darle a su hermano más tabarra para que me expulse del periódico. Dudo que lo consiga .
2 comentarios:
Huy, lamento tu enfriamiento, que debió ser grande, tanto por la fiebre alta y los temblores, que es la consecuencia de la subida de temperatura. Para un resfriado, mucha fiebre fue, no sé si además tendrías algo por la garganta escondido, en cualquier caso, no está de más que cuando estés "operativo", te des un garbeo por la consulta de tu médico y se lo commentes, no es nada urgente ni preocupante, por supuesto, pero es algo que no cuesta ningún trabajo y así, se quedáis tranquilos.
Ya me extrañó no recibir contestación sobre un video de mi amigo Javier Osuna, sobre los carnavales, que sueles ser muy rápido en contestar, pero claro, estás ante la playa más estupenda que tenemos, pues te hice con familia o anigos en ella...
Hala, no es nada, pero cuidadín con el aire aconcionado, es pelín traicionero...
Abrazos, pareja.
Gracias por tus recomendaciones y comentario , Mari Carmen.
Guillermo con lo de siempre de nuestra parte
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