Creo que no. Es la segunda o la tercera que me dispongo a teclear sobre el asunto. Es probable que otras veces lo haya hecho , mas la realidad me obliga a volver a hacerlo. Sobre el triste asunto de las barbaridades que , en colegios y fuera de ellos , se cometen . ¿ Qué ejemplo dan los adultos ? . Poco y malo , digo yo sin que el presente escrito tenga intención alguna de moralina, palabra que no me gusta. Que la educación y el control de niños y jóvenes se ha escapado de las manos de quienes tienen la obligación y la responsabilidad de educarlos es de fácil constatación a la vista del limitado papel que en ella desempeñan padres y colegios que lo intenten . La realidad es muy distinta. Otros aires soplan . Son otros los medios que maleducan y los lectores saben o sabéis a los que me refiero. Por tanto , de más está citarlos. Ellos llevan la batuta y el bastón de mando .
Por otra parte , los teóricos principios de los que se les habla en casas , en las que buenos principios hay , y en colegios , contradicen los mensajes que , por medios que todos conocemos , reciben . La realidad social , por si duda tienen , les enseña que los valores que en ella privan son la lucha , el consumismo pregonado por todas partes , la falsedad, la bellaquería , el odio y otros por el estilo que contrastan con los valores que se intentan transmitir en algunas casas y en algunas escuelas. En otras , sobre todo casas , ni se intentan. ¿ Es el hombre bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo puede apartar del buen camino como Rousseau decía ? . No lo sé , pero dudo de la bondad intrínseca del hombre de igual forma de la que dudo que la sociedad marche por camino que a alguna meta buena lleve. No todos los hombres responden a las mismas circunstancias con las mismas maneras.
Por un lado , entonces , se palpa que la educación que se pretende dar va en desacuerdo con los conocimientos y valores que por otras vías alcanzan niños y jóvenes. En el supuesto de que algunos , los más inteligentes , no se dejen engatusar por los cachirulos y cacharritos a los que , de forma equivocada , se les ha permitido acceder con excesiva prontitud ; la mayoría acabará imponiéndose. El número es el número y la mayoría , aunque errada esté , es la mayoría. Principio democrático que tiraniza ya que la democracia es imperfecta aunque sea el régimen que menos imperfecciones tiene.
Otra cuestión digna de ser tenida en cuenta son los valores reales que , desde que acaban sus etapas escolares, observan en la vida cotidiana . Por un lado se siguen defendiendo los propios de un mundo ideal e idealizado y por otro ellos ven realidades contrarias . Con decir que el mundo gira y cambia no se dicen más que obviedades. .
No es admisible que por un lado se defiendan hábitos de vida sanos y por otro se fomenten hábitos contrarios . La publicidad sabe bastante de lo que hablo. De poco sirve hablar de determinadas cuestiones si , a la vuelta de la esquina , se ve que la realidad es muy otra .
Si a todo esto se le une la imposibilidad , por evolución y avance de las tecnologías, de contrarrestar lo que por ellas les llega a niños , jóvenes y menos jóvenes , comprenderemos los porqués de las ´barbaridades que cada día ocurren con mayor frecuencia en escuelas , fuera de ellas y en todas partes.
De continuar marchando `por esta vereda , muchos lodos encontraremos . Aún más...
En todos los tiempos se han cocido mal las habas pero en los actuales , y con los medios de los que se dispone , se siguen cociendo mal lo cual es difícil de comprender . Solo se llega a comprender si se admite que por mal camino vamos. Nos hemos equivocado de ruta pero se sigue insistiendo en ella . ¿ Hasta cuándo se seguirán enseñando , y cómo , unos valores que no son los que rigen en las sociedades ? . La enseñanza está llena de impotencias , que no quieren admitirse, y de contradicciones que tampoco se quieren admitir . Al menos ser consciente de ellas sería dar un primer paso al frente.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con tu reflexión.
Un abrazo, Guillermo.
Otro para ti , Manuel.
Guillermo
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