LAS AMISTADES Y LOS SENTIMIENTOS DE AMISTAD SE DEMUESTRAN CON COMPORTAMIENTOS AMISTOSOS

Es costumbre decir que de dinero y santidad la mitad de la mitad . Costumbre que suele decir la verdad sobre ambos valores ya que , casi sin posibilidad de error , lo son cada uno en su estilo ; uno mejor que otro.  En lo que concierne a la amistad ( cualidad en la que lo mismo suele pasar )   me pregunto , con reiteración , cuál será el concepto de amistad que muchos tienen y debo decir que no comprendo el de tántos otros . El sentimiento de la amistad , como el del amor , no está generalizado en el género al que pertenecemos  los escritores , los escribidores como yo  y otras muchísimas personas que se dedican a otras labores distintas sean las que sean  : simplemente desconocen qué  es amistad y qué es amor. Tanto una como otro no son cuestiones o asuntos triviales sino todo lo contrario y se demuestran con hechos constantes y no con dichos vanos por no decir falsos . 

Viene esta entrada a cuento de un compañero , amigo , con el que no coincido en casi nada pero quien siempre , o casi porque todavía no tengo mala memoria ,  me ha demostrado ser amigo de verdad . Su nombre y apellido , aunque no me gusta del todo escribirlo porque numerosos enemigos de mayor o menor calidad tiene , son : Miguel Alarcón . No goza , en determinados ambientes , de buenas lenguas mas conmigo y con mi familia siempre muestra comportamientos amistosos  a los que suelo corresponder de forma semejante  . En fechas pasadas y próximas he de agradecerle , cuestión que ya he hecho , algunas buenas acciones demostrativas de amistad férrea y no de cartón piedra .  No es el caso de otros a los que más arriba me refiero que , por confundirlo todo , creen merecerlo también todo sin pensar que cometieron y siguen cometiendo fallos difíciles de perdonar . No obstante   yo los  perdono de igual forma  que vuelvo a agradecer a Miguel Alarcón Durán , antiguo compañero y amigo , la reiteración en sus comportamientos amistosos    el último de los cuales fue invitarnos , a Carmen y a mí  ,a la cena-fiesta con la que celebró sus cuarenta años de matrimonio con su mujer , Mari Carmen , que la gloria debe tener ganada , aunque con felicidad , por aguantar. También Carmen y yo la consideramos amiga y como tales le correspondemos y  le damos las gracias por su hospitalidad una vez más demostrada.