Tía Amparo , tía carnal del escribidor , fue para éste como una segunda madre hasta que murió , con unos cincuenta años , en circunstancias muy lamentables : se suicidó .
Era persona de sensibilidad y carácter exquisitos además de morena de pelo y ojos verdes. Una señora , cuando tomó la decisión de arrojarse al fondo de una gran noria o depósito de agua de la finca de su marido , cerca de Aguilar de la Frontera , veterinario militar , creo recordar que teniente coronel , muy mona por no decir muy guapa. Poseía , entre sus virtudes , un carácter bendito y una bondad que expresaba por sus bellos ojos y exhalaba por todos los poros de su bien formado cuerpo que pude captar a través de las vendas que , en anterior intento de suicidio , estuvieron rodeándola como a una momia egipcia. Recordando su vida desde la atalaya de mis años , considero que no tuvo suerte ni con novios ni en su matrimonio. Algo había en su interior que la había marcado sentimentalmente , es probable que un amor roto , lo cual no impedía que dejase a un lado sus problemas sentimentales y continuara viviendo , con el agrado y dulzura que la caracterizaban , hasta que ella quiso , de forma voluntaria , dejar de hacerlo.
Su suicidio se produjo en fecha cercana a mi venida a Cádiz como profesor ( P.N.N. ) de la por entonces Escuela Normal Josefina Pascual. Fui yo , al descolgar el teléfono , quien oyó una voz familiar diciéndome que tía Amparo había sufrido un accidente grave . Me fue fácil imaginar en qué consistía el accidente , mas no comenté nada y dejé el teléfono a mi padre. En la misa que tanto trabajo costó que el cura dijese por su alma , lloré a lágrima viva expresando mis sentimientos por su pérdida , posibilidad que yo había comentado con la familia recomendando que la llevasen a un psicólogo , a un psiquiatra o a los dos especialistas a la vez al ser yo consciente , con parte de la familia , de anteriores intentos fallidos de suicidio que le causaron lesiones físicas a las que mi madre , con su entrega y cariño hacia ella , ayudó a superarlas.
Tía Amparo venía con nosotros todos los veranos , siendo yo niño , a la viña que mi abuelo Pepe Pineda , quien la consideraba como una hija más , tenía en las Viñas de Osuna e incluso la invitó a un viaje a Larache , con nosotros , cuando papápepe iba allí a visitar a su hija Carmen. Tengo fotos de ella en Larache siendo Protectorado español .
Su sensibilidad , exquisita vuelvo a decir , probablemente le hiciese muy difícil soportar la insensibilidad de otras personas , y su debilidad anímica la llevasen a caer en una depresión tan evidente como profunda . Quizá otras causas coadyuvaran en su toma de decisión que , si bien propia, a mí me dolió en el fondo de mi alma y sigue doliéndome . Como otras cosas en las que la delicadeza y el comportamiento bueno de las personas está ausente y que tantísimas son.
Tía Amparo no era persona de este mundo y prefirió acelerar su ida a otro que ella imaginaría mejor. Peor desde luego que no. Por ello no tenia cabida en este " mondo cane " y no tuvo la fortaleza suficiente para soportarlo decidiendo cortar por lo sano . Fue , lo afirmo , una de las personas más dulces , buenas , delicadas y finas que en mi vida he llegado a conocer. Por ello escribo esto quedándome corto en mis elogios y en la expresión de mi cariño hacia ella. Como tía Amparo pocas personas . Quiero que quede constancia de ello y por lo mismo hago esta entrada sobre alguien a la que buen número de miembros actuales de la familia no ha llegado a conocer y poco o nada saben de ella .
2 comentarios:
Bonito recuerdo Guillermo
Un abrazo
Jesús y Pepa
Gracias , primos. El planeta Venus y nuestra Luna han estado coqueteando estas noches pasadas.
Vosotros lo sabéis mejor que yo.
Otro abrazo .
Guillermo
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