Y la playa está sola . Sopla el viento al que las gaviotas desafían . Algún caminante veo a lo lejos . La gente ha interrumpido sus baños . Ha abandonado las arenas al venir el viento frío y casi nadie hace su camino por la orilla del mar. Las gaviotas deben sentirse a sus anchas viendo, solas, las olas del Océano Atlántico . Miro el mar y la playa y veo tres mujeres con sus vestimentas infladas por el viento de poniente . Son jóvenes .
Al abrir la terraza , Emilou no ha salido disparada tratando de colarse en ella . Señal inequívoca de que hace frío .
Antes se hablaba de febrerillo el loco por lo cambiable. Ahora mejor sería decir que es mayo quien ha perdido la cabeza. Mientras no nos resfriemos con tantos cambios , miel sobre hojuelas. El tiempo de los días anteriores era impropio de la fecha .
Miro y remiro lo a gusto que están , sin nadie , las gaviotas . Solas ante el mar irradian felicidad . Algunas veo en la lejanía bañarse en aguas que deben estar frías. Las mecen las olas , acunándolas .
A veces se acercan a la terraza y se pasean por el pretil . Entonces Emilou emite chasquidos y se excita hasta el punto de intentar darles caza. Si en vez de gaviotas fuesen cucos o gorriones emitiría los mismos sonidos y se pondría igual de nerviosa. .
A los gatos , los pájaros les gustan hasta el punto de ser sus presas predilectas. He observado cómo Emilou se excita al ver los gorriones revolotear .Cuando los ve tras los cristales de las ventanas se estira y corre de una habitación a otra , como loca , creyendo que alguna vez logrará apoderarse de algunos . Si esto ocurriese nos regalaría sus presas . Sería señal del cariño que nos tiene . Glaukopis es su madre adoptiva y yo soy su abuelo . Emilou es cariñosa y me da los buenos días , cuando me levanto , refregándose entre mis piernas . Solo los pájaros la sacan de quicio. Los pájaros y algunas personas que no actúan como debieran . Me niego a enumerarlas porque su número es infinito. Emilou es buena psicóloga y sabe distinguir el bien del mal.
Hoy vuelve a hacer frío y la playa vuelve a estar desierta . Solo las gaviotas se bañan en las aguas del mar . Entre el horizonte y yo , veo un barco navegar hacia el este . Su estela no hace revolotear , huyendo , a las gaviotas. Tampoco las atraen . Siguen tomando el Sol y bañándose como si tal cosa . Otra distinta sería si decidieran pasear por el pretil de mi terraza. Entonces , Emilou se impacientaría y empezaría a correr de un lado para otro como cuando ve a alguien que no le gusta y acaba escondiéndose bajo una cama.
El frío ha vuelto... Bienvenido sea .
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