Respeto el orden con el que ambos vocablos aparecen en el encabezamiento de la entrada como título de la misma y , presto , paso a teclear sobre el retrato.
Bien sé que si dominase más este medio , podría subir alguna fotografía de don Máximo . Con ello me ahorraría múltiples cuestiones de descripción . Como no lo domino , tecleo sobre cómo es en lo físico .
Más adelante lo haré sobre lo psicológico ; es decir , hablaré sobre su etopeya describiendo su carácter y costumbres más sobresalientes entre las que se cuentan las venatorias.
Que es grande y gordo , y más que lo fue , ya lo he escrito en entrada anterior . Junto a él , los escasos , digo escasos porque en el momento actual no creo alcanzarlos , 165 centímetros de estatura que tenía cuando me tallaron me hacen parecer aún más pequeño de cuerpo de lo que soy cuando paseo junto a él .
Su cabeza es cuadrada y sus facciones correctas y simpáticas si marginamos el tamaño desmedido de sus orejas . Al caminar , mete su pie izquierdo algo hacia dentro por lo que se puede pensar que es algo cojo cuando no lo es. Presenta una barriga cervecera que más imponente fue y un estómago prominente por el uso y abuso de bebidas y comilonas . Calza un cuarenta y cinco y su estatura , según confesión del propio don Máximo , llegó a alcanzar , cuando lo tallaron , los dos metros o doscientos centímetros
Hombre de bien ( paso ya a lo etopéyico en don Máximo ) , me ayudó siempre que pudo a lo largo de mi azarosa vida demostrando su bondad y honradez. Cada vez que era despedido de alguna revista o periódico en los que colaboré tras mi jubilación , ahí estaba don Máximo de la Serena para socorrerme echándome una mano con el fin de facilitarme lo que yo quisiese publicar en sus rotativos. Lo hacía de la misma manera y con las mismas buenas formas que Tania y Gualterio , mis otros dos valedores , a los que tan agradecido como a don Máximo estoy y sigo estando .
Hace años el cardiólogo le diagnosticó un pequeño soplo en el corazón y , desde entonces , come y bebe menos al tiempo que se muestra defensor y repetidor de la expresión quijotesca que , más o menos , dice : come poco y bebe menos que la salud del cuerpo se fragua en la oficina del estómago . Los paseos camperos los multiplicó desde entonces . La amistad que me demuestra siguió siendo la misma . Su afición a la caza , bien se trate de montería o no , permanece inmutable. De ella algo dije más arriba .
Estos son algunos de los rasgos físicos y consuetudinarios más destacables de don Máximo . Continuar especificándolos sería pasarme de rosca y no es mi intención hacerlo con don Máximo ni con nadie . Solo intento dar a conocer más , divulgar , sus hechuras , hechos , carácter y costumbres más representativas que aquí expongo .
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