Devolver error o fallo de alguien con otro error del que me pueda llegar a arrepentir. Generalmente no lo hago pero a veces confieso que me he visto obligado , por actuaciones que jamás he llegado a comprender y huyen de cualquier planteamiento lógico , a hacerlo . Hablo de dos casos muy próximos.
Se trata de actitudes injustificadas mantenidas durante larguísimo tiempo . En el primer caso , el fallo o error se mantuvo durante cerca de medio siglo . En el segundo , algún tiempo menos aunque creo que ya ha superado , con creces , la década. Ambos son inexplicables en cuanto que mi comportamiento y actitud para ambas personas, y las que las rodeaban , fueron siempre óptimas. .
Dar yo explicaciones me parece inadecuado e ilógico en cuanto que el ofensor no era ni es Wilhelmus . Era y soy yo , Wilhelmus , el ofendido. Por consiguiente , no cabe pedir perdón .
¿ De qué lo pediría ?. A pesar de esto ( ser yo el ofendido ) estaría dispuesto a perdonar si se diese el caso de pedir uno , otra o ambos , perdón. . Estoy presto y dispuesto a ello , si bien no creo que lo pidan porque tal vez no sean conscientes de sus equivocados e injustificados comportamientos. Para pedir perdón hay que ser conscientes de las erradas actitudes sostenidas y del daño que pueden provocar . Hasta pudiese ser que los ofensores se considerasen ofendidos y esperen que sea yo, Wilhelmus , quien pida perdón . Me pregunto , con frecuencia , que de qué lo habría de pedir . Cualquier extraña reacción puedo esperar de tales personas cuyos comportamientos no acierto a comprender. Ni yo ni nadie .
En uno de los casos , los errores que se cometieron fueron devueltos por el firmante , cuando llegó el momento , con frialdad y mal estilo , de forma excepcional , por mi parte . Admito que no era el instante oportuno para hablar del asunto de sus ausencias . Oyó mi voz por teléfono ; si bien no expliqué , no era el momento de hacerlo , la relación de sus errores y fallos cometidos y mantenidos durante tan largo tiempo : de sus ausencias inmotivadas . Pienso que le cogió de improviso lo poco que le dije.
En el otro caso creo que la razón está , de igual manera , de mi parte en cuanto que ningún error o fallo cometí aunque todavía no ha llegado el momento de decirle algo a la ofensora . Antes o después llegará . No son comparables las actitudes de los dos ofensores nada más que en que ambas son iguales de injustas . En el primer caso el entuerto es , si cabe , más sangrante que en el segundo. Tal vez se deba a que el primer ofensor es hombre y la segunda , mujer..
Espero que el Gran Hacedor dictamine cuando llegue el momento de dictar sentencia . No me cabe duda sobre cómo será el veredicto en cuanto a culpabilidades .
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