Esperando el regreso de la musas , si es que alguna vez se acercaron y me iluminaron , y esperando el ataque del anónimo que puede ser veneciano.Veneciano , florentino , romano ... o de cualquier ciudad o campos italianos. Esperando ...
Así paso los días , esperando algo , lo que indica que estoy esperanzado. Teniendo esperanza en lo que sea , pero que peor no sea. Ahora , mientras tecleo estas disonantes y disparatadas letras , me evado de mí mismo y cavilo .... Cavilando , reflexionando se me va el tiempo , que huye , como huyeron despavoridas las musas que intentaron a veces acercarse para decirme algo al oído musitando palabras que no he llegado a comprender aunque las oyese. .
Todas desfilaron ante mí encabezadas por Clio y algunas han intentado acercarse con la intención de algo decir. No las oí , mas sé que algo dijeron . Por el movimiento de sus labios supe que se trataba de palabras bellas como las nueve eran. Las nueve , aunque a mí me pareciesen más , se fueron. No sé si para volver algún día porque no entendí lo que querían decirme . Lo que insinuaban con su bella voz y sus bellos labios. Espero su vuelta..
También espero la intromisión , no lo llamo interés por él ni ataque , que se hace al blog desde Italia.
Y esperándolo estoy aunque pueda parecer postura desafiante.
Desconozco la hora en la que se producirá pero hoy toca en cuanto que ayer no lo hizo. Leerá , lo tengo constatado , cuatro veces las últimas entradas sin considerar lo que le tengo dicho ni la maneras con las que a él me he dirigido. Algunas , lo reconozco , no son óptimas ni envidiables. Nadie quisiera que a él se las dirigiesen . Otras , en cambio , sí hasta el punto de haberle ofrecido ser seguidor del blog. Hasta el momento no ha aceptado mi ofrecimiento pero sigo esperando que lo acepte
Esperando la aceptación de la oferta como los campos esperan las aguas de mayo o los enfermos la curación de sus males. Entre estos estoy. Espero porque la esperanza , dicen , es lo último que se debe perder aunque la paciencia y las musas falten. Todos me dice lo mismo : que hay que tirar hacia delante . Y yo tiro aunque los caballos de mi biga me lleven hacia el abismo al que no quiero asomarme . Hacia el abismo negro de la depresión en el que víboras ávidas de víctimas habitan. A pesar del desbocamiento de los corceles me resisto a seguir por el camino por el que me llevan a aquél lugar y sigo esperando la vuelta de las musas y la consulta al blog que se hace desde Italia un día sí y otro no.
Sigo esperando sin perder el sentido del humor . Al menos así lo creo. Ahora me viene al magín don Miguel de Cervantes. Bien recibido es.
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