El sexto capítulo de LA PESTE. Lo vi y de algo más me enteré . Me alegro de haberlo entendido. Sigo echando de menos cómo la epidemia afecta a los grupos privilegiados de la sociedad. Sé que eran los menos numerosos , un diez por ciento se calcula , y que por tanto las epidemias los afectaban menos . Por ser grupos minoritarios y por otros asuntos que no vienen a cuento . Es posible que en la próxima entrega se toquen.
Ayer , que nuestro hijo vino , volvimos a hablar de la serie mi mujer , él y el escribidor . La empezamos a ver por sugerencia suya . Tras ver el primer capítulo nos la aconsejó . Lo hicimos porque Guillermo entiende de cine bastante más que yo , periodista es aunque no ejerza , y porque el asunto del que trataba nos interesaba. En especial a mí en cuanto que en mi ciudad de nacimiento aparece , a fines del siglo XVI , la epidemia de peste.
Tras comentarle mi mujer y yo nuestros argumentos críticos después de haber visto los seis primeros capítulos y sabedores de quién era su director, Guillermo expuso los suyos basados en la visión , solo, del primer capítulo y en lecturas favorables y laudatorias hacia la dirección de la serie.
Que juzgábamos con mayor conocimiento de causa en cuanto que más capítulos que él , solo uno , habíamos visto , era tan cierto como válido en nuestra argumentación . Le ganábamos en número por seis a uno ; por goleada .
Argüía Guillermo que se trataba de una muy buena serie y que el ambiente de la época estaba tan bien logrado como adecuado era el atrezzo. Compartíamos en parte , solo en parte , sus argumentos y yo llegué a decirle que se estaba dejando llevar por aguas críticas favorables . Algo propio de su juventud a la que es fácil llevar por aquí o por allá , por un lado u otro. Además , le dije , mi opinión era más fundamentada en cuanto que más capítulos había visto que tú ( él ) . Que sus directores , Alberto Rodríguez y Rafael Cobos , habían reflejado muy bien el ambiente de los arrabales de Sevilla , la suciedad de las calles , la lobreguez de las noches , el Arenal y el propio Guadalquivir , no cabía duda; mas eso no era todo. Que la ciudad , con epidemia de peste o sin ella , era más. Mucho más , decía yo , que si la había visto y hablaba de ella sería porque me había gustado , en líneas generales , lo visto y expectantes nos hallábamos , Glaukopis y yo , ante la nueva entrega.
La ciudad no es lo lúgubre que aparece . Es y fue soleada y luminosa , luz que aún no he visto por parte alguna. Tal vez , cuando la epidemia haya pasado diciendo hasta otra , la claridad de la ciudad aparezca. Hasta ahora , y por lo visto en los seis primeros capítulos , no lo ha hecho y el Sol de Sevilla ni se vislumbra Aunque los directores hubiesen querido incidir en los aspectos más sórdidos de la ciudad , la realidad no creo que fuese ésa . Ésa era solo una parte de la realidad . Tal vez sea la que únicamente han intentado plasmar los directores . Si es así , bueno está lo bueno , pero por la millonada que ha costado su rodaje , lo bueno debiera de ser bonísimo . Por ahora no creo que lo haya sido . Acaso más adelante , cuando vea más capítulos , me lo `parezca y lo sea. Hasta el rabo todo es toro y éste todavía no ha pasado por completo . Bien recibido sería que el costo de la producción acabase estando justificado.
Pienso mandarle estas letras a Tania y a Gualterio . Se sabe para qué. En el periódico que dirigen, LA ALBORADA EN EL SENDERO , hay una sección dedicada a cine y televisión . Creo que en ésta puede caber si les gusta el escrito que les envío.
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