El escribidor no escribe sobre su depresión. Temo hacerlo porque se me aconseja que no lo haga desde distintos frentes. Desobedezco el consejo a pesar de ser persona independiente y obediente; y empiezo a teclear . Ayer , cuando pinche en editar será hoy , pasé un mal día . Lo digo tal como lo siento . En realidad poco ha cambiado ésta desde anteayer , pero en eso mismo consiste mi depresión además de en agolparse los probables hechos y circunstancias futuras formando una montaña difícil de traspasar , infranqueable . La medicación que tomo es como esquís o esquíes para un montañero pero no curan la depresión . Te facilitan el ascenso y el pasar al otro lado de la montaña , pero la subida la he de hacer yo por mí mismo . Una ayuda para llegar a la cima y poder decir que la he coronado. Que he resultado ganador . La medicación no es más que unos medios que se me ofrecen. Tomando lo recetado por el médico que me trata llevo ya un tiempo considerable , dos o tres años , pero la mejoría es pequeña, ínfima , aunque el médico me aconseja , consejo que tampoco cumplo , que , cuando me pregunten, diga que estoy mejor. Ojalá pudiese decirlo , mas , en cuanto persona sincera que sigo siendo , no puedo decirlo.
Ya he escrito en anteriores entradas que mi depresión es endógena y exógena . Tal vez la primera sea causa de la segunda . Por ello la tardanza en mejorar y , a veces , la desesperación y la pérdida de fe en que la mejoría se produzca. Puedo perder , y pierdo con frecuencia , la fe en ella ; mas no el sentido del humor porque entonces estaría perdido y no quiero perderme.
Cuando me cruzo con alguien se me suele decir que me encuentra bien . Yo asiento y comento que la procesión va por dentro ; comentario nada original pero es el que hago sonriendo. Capto la buena intención y continúo mi camino que no va a parte alguna . Consiste solo en hacerlo y dar los pasos suficientes para cumplir lo aconsejado por el médico: caminar . No hago camino al andar porque mi camino ya está hecho. Mejor o peor acabado pero hecho aunque se me diga , por algunos , lo contrario. Ya he llegado a la meta . El futuro está en manos de mis hijos y ellos harán su camino que será distinto al mío.
¡Qué no sería capaz de dar por mejorar de forma considerable y volver a ser como fui.! La madurez y la juventud se fueron para no volver . Instalado en la vejez estoy . No sé si amarla o detestarla pero, haga una cosa u otra , que el sentido del humor no me abandone nunca esté como esté. Prefiero ser un depresivo con sentido del humor a serlo sin sentido de éste . Diferencias hay como diferentes son los caminos seguidos por cada persona. Con estas letras cumplo por hoy el clásico nullus dies sine linea. En lo que hace referencia a este consejo , lo cumplo. No pierdo de vista lo que más arriba escribí como escribidor : que soy obediente. Lo soy en esto , en la toma de la medicación y en otras cosas más... Depresiones incluidas puedo decir que , hasta ahora , afortunado he sido y soy. Más adelante no lo sé aunque me lo imagino. Sobre las circunstancias imaginadas apenas digo nada porque serían muestra clara de un ser depresivo y sobre mi depresión ya he escrito en demasía como demuestran estas letras . Si para alguien son válidas podré pensar que mi camino aún no está hecho del todo y la esperanza permanece abierta . Que todavía mis pensamientos sirven para algo.
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