Es probable que la frecuencia con la que ahora añoro épocas pasadas se deba a la melancolía y tristeza propias de mi depresión. Pienso que la probabilidad es cierta . Tanto como los recuerdos que me vienen a la cabeza aunque no signifiquen nostalgias de edades anteriores. En estas edades pasadas yo era más joven , estuviese casado o no lo estuviese , pues me casé con treinta y ocho para treinta y nueve , ya madurito ; y ahora estoy hecho un vejete verde y con depresión que , a veces , escribe unas sandeces que para vosotros y para mí se quedan y unas memeces que , al igual , para vosotros , para quienes me lean y para mí , quedan.
Hoy estoy solo en casa porque Glaukopis ha ido a acompañar a su madre con la sana intención de que mi suegra , teniendo en cuenta y a la vista su avanzada edad y el vendaval que azota Cádiz , no saliese sola a la calle . Existe el peligro , por su liviandad , de que una ráfaga la haga caer como lo ha hecho , en estos días de vientos huracanados , con otras personas y otras cosas de mayor peso.
Añoro épocas en las que mi felicidad , toda la que se puede tener , era una de mis características personales junto al sentido del humor y al buen humor. Hasta tanto esto era así que los amigos me decían que era dueño de una alegría contagiosa. Que tenía más suerte que un quebrado. Entonces yo , acaso previendo la llegada de épocas más duras , decía que mientras ésta durase y más tiempo permaneciese favoreciéndome , mejor. La suerte englobaba a mi familia y a mi trabajo. Ahora bien , por mucho que yo pudiese prever el final de la suerte , que sin duda me favorecía , jamás , por desconocimiento entonces de mis genes , llegué a prever que pudiera caer en depresión recidiva o en una depresión y , cinco años después , en otra . El estado al que ésta me lleva hace que las etapas vitales de tiempos anteriores a la primera depresión se me agolpen y las añore. Dentro de estas añoranzas aparecen momentos de mi infancia ,juventud y buenos tiempos de casado . De ellas forman parte principal mi mujer e hijos a los que no solamente añoro , sino que veo momentos en los que mejor me pude portar con ellos aunque , en general , me haya portado bien. Mi ironía y escepticismo pudieron no ser bien comprendidos por todos y , por ello , mis añoranzas vengan cargadas con más melancolías de las que cabía esperar. Aunque peor de mi enfermedad no pueda decir que estoy , el mal se prolonga en el tiempo . Puedo decir que la depresión es una enfermedad grave aunque algunas personas no la consideren como tal. Yo , que la padezco , lo puedo decir con conocimiento de causa. Un amigo mío que vive en el edificio contiguo , llamado Luis , y que por la gravedad de su enfermedad está impedido hasta el punto de no poder valerse por sí mismo e ir a todas partes , que va , en un sillón motorizado ; me dijo un día , a partir del cual lo consideré amigo porque su valía es incuestionable que él , antes de necesitar de un sillón motorizado y ayuda para casi todo , había tenido una depresión . Me dijo que prefería estar como estaba , sentado en un sillón motorizado , a padecer una depresión. Con esto me lo dijo todo. Es de mi misma edad . Él sí comprende qué es una depresión y lo sabe .
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