Así que ya nadie más podrá embarcarse para el viaje a Marte. Mas no es de este asunto del que pensaba escribir , por su interés para todos , sino del viaje exploratorio y de ensayo que LA CUCARACHA VOLANTE ha realizado hasta nuestro planeta para observar el lugar elegido , por mí, para su aterrizaje y despegue. A Rosita y a Martini ( siempre las señoras y las señoritas primero lo cual es clara muestra de buena educación como los martenses tienen y algunos terrícolas también ) les ha parecido el óptimo para posarse en la superficie y arrancar el vuelo ; al fin y al cabo las tres horas de viaje no les suponía pérdida de tiempo alguna y sí múltiples ventajas y conocimiento " in situ " de la explanada junto al río Guadalquivir ; el río Grande para los árabes y el río Betis para los romanos . Tal vez el río Iberus para las civilizaciones anteriores en sus orillas establecidas. Rosita y Martini , el piloto , han aprovechado la venida para hacerme una visita y conocer de cerca el estado y evolución de mi enfermedad. . Aunque algo mejor me han encontrado , ambos me han dicho que no estoy todavía en condiciones para emprender el vuelo . Que mi última analítica , si bien óptima , no indica nada sobre mi depresión. Glaukopis los ha atendido como se merecen y han almorzado en casa los buenos productos de la zona tales como exquisitos pescados de la Bahía y del mar abierto y guisantes de Conil como los más representativos manjares de la provincia de Cádiz que tan bien otras cosas produce como los quesos de las cabras y ovejas payoyas de las serranías gaditanas e incluso el buen jamón de cerdos de pata negra que asimismo hay entre las quebradas penibéticas , es decir , casi béticas , de su sus sierras y plegamientos terciarios ; más justamente : Alpino-Himalayos. Aparte de haber comido como mandan los cánones del buen yantar , han echado un vistazo a la lista de las personas que harán el viaje , pareciéndoles todas , incluso las desconocidas y de apellidos más extraños , bien.
Al anochecer , tras tomarme yo la medicación de media tarde que es cuando me pongo más nervioso de la cuenta , esta vez con motivo suficiente y justificado , nos hemos dirigido al lugar bien camuflado entre la floresta y los arboles ribereños al río Guadalquivir. Allí posada y silenciosa estaba la CUCARACHA VOLANTE , tranquilos sus motores y sin expulsar las irisadas luces que la ayudarán a remontar el vuelo y que yo he pedido , por discreción , que sean lo menos irisadas posible para no atraer a curiosos y comentaristas de nuestra salida hacia el planeta rojo. Buenos son algunos periodistas del corazón para inventarse historietas amorosas que, con probabilidad , surgirán durante el viaje entre las viajeras y viajeros en cuanto creo que no vienen mariquitas y homosexuales que tan dignos son , algunos , como los heterosexuales. En cualquier caso , aseguraría que no se producirán , durante nuestra estancia en Marte , casos de las llamadas violencias de sexo que no son más que muestras de las violencias generales contenidas , fundadas o infundadas , de los hombres contra las mujeres y de alguna mujeres , pocas , hacia los hombres. De los hombres de todos los lugares y de todas las naciones porque la violencia , aunque se manifieste de determinadas formas y maneras , es siempre única violencia que tan corriente es entre nuestros congéneres. Como muestra directa y próxima , la violencia que el señor Aznar y López ha derramado en su carta hacia este escribidor.
Las condiciones de la CUCARACHA VOLANTE , por dentro y por fuera , es decir en su interior y su exterior , son las mismas de las que me habían hablado Rosita y Colorín . Sus asientos cómodos y todos con ventanillas que permiten observar el Imperio Cósmico azul ( del Gran Hacedor ) , después más obscuro y , finalmente , rojo . Las mismas ventanillas desde las que los viajeros puedan observar la Luna y a sus caminantes selenitas pues los más de ellos , aterrorizados por la cercanía de la CUCARACHA se habrán refugiado en sus casas esperando el fin del mundo o la Parusía o Parousia. El exterior de la nave presenta un aspecto brillante , mezcla de metales desconocidos en la Tierra , que evita el calor producido por la fricción del Universo Infinito con la supersónica y más que supersónica velocidad de la nave. Yo diría , por el tiempo que tardaremos entre un planeta y otro , por la velocidad del rayo con la que ésta se desplaza y vuela.
Por parte y parte nos hemos mostrado satisfechos con nuestras observaciones y todo está programado para cuando yo mejore aún más. Por el momento , a día de hoy , no me considero con fuerzas ni tranquilidad para emprender el aventurado viaje por tercera vez. En las dos anteriores , si bien más lentos , mi cabeza estaba despejada y en condiciones. Ni me considero , ni así me consideran Rosita , Glaukopis que tan cercana a mí está ni Martini el piloto , cuyo nombre es Bomarzo : Bomarzo Martini
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