Me han vuelto a visitar los fantasmas . Mejor dicho : un ejército de fantasmas como nunca había visto. Llevaban todos sábanas negras y consiguieron lo que pretendían : alterarme como en los viejos tiempos hasta el punto de temblar como si tuviese Párkinson , sin tenerlo que yo sepa. Me resultaba difícil hasta teclear y le daba a una letra por otra teniendo que corregir continuamente lo escrito como ahora mismo lo acabo de hacer . Es perverso el mal que me aqueja que no me deja descansar ni yendo a Marte. Glaukopis y Alvah se dieron cuenta de la dureza del combate y de cómo era yo hoy el perdedor a todas luces. Muchos de los viajeros al planeta rojo también , por ejemplo Rosita , vieron demudarse el buen color que suelo tener y mi tranquilidad relativa por un nerviosismo enfermizo , al tiempo que los ojos se me enrojecían . Viendo hasta dónde podrían llegar las consecuencias del ataque en el que resulté perdedor , me tomé un tranquilizante y me tendí en el suelo de la nave intentando alcanzar el sueño pero quedándose en eso , en intento fallido . Decidí levantarme ante las miradas atónitas de los viajeros que nunca se habrían podido suponer hasta dónde alcanzaba mi profundo malestar . Glaukopis y Alvah ya están acostumbrados y por ello no se sorprendieron sino que me dijeron palabras sedantes y de ánimo . Todobebo ,Pepe Ícaro y todos , incluídas Melania y Katiuska , pensaban que cómo un hombre normal podía ser atacado de esa forma por los fantasmas de su enfermedad. Tardé en recuperarme y cuando lo hice , tres objetos volantes vimos muy próximos a las ventanillas. Ignoramos qué querrán de nosotros o , tan solo , intentan vernos , mirarnos y remirarnos como a seres extraños . Nada supimos de sus formas y maneras porque , coincidiendo con mi mejoría , huyeron de nuestra proximidad cono almas que llevan los diablos. Puede que ellos sean los responsables del ataque perpetrado hacia mi persona por parte de los fantasmas negros.
No obstante , dudo de esta hipótesis porque mi depresión es solo terrenal aunque el ataque de hoy fue como hacía tiempo muy largo no me hacían , y menos con sábanas negras , porque se ha producido camino de Marte . Rosita , que jamás ha dudado de la gravedad y duración de mi mal , me ha visto en plenas funciones . Por esto ha valorado más lo que yo había realizado en el planeta azul para emprender el viaje. Y sigo equivocándome de tecla al escribir . De seguir así el escribidor nunca alcanzará su quimera de escritor . ¡Pobre Wilhelmus !
No hay comentarios:
Publicar un comentario