Llego a conclusiones que a mí me parecen interesantes y por ello establezco las anunciadas comparaciones . En cuanto a los viajes al planeta rojo , su preparación , incidentes y realización fueron muy distintas las de uno y otro . Aquél se hizo estando el escribidor sano y el último sin estarlo . A pesar de ello , la etiqueta en la que el escribidor escribe sobre ellos no es muy visitada ni leída por seguidores y lectores del blog en general . Aconsejo su lectura porque las peripecias que nos ocurrieron , sobre todo en el primero de ellos , considero que son dignas de leerse sin que intente yo hacer propaganda sobre él . Con las conferencias que dimos tras la vuelta , la propaganda se hizo .
El segundo viaje interplanetario y astral se llevó a efecto estando yo enfermo del mal que me aqueja y por petición de mi amiga marciana : Rosita Rojo y Rojas . En él , y aunque intenté disimular mi estado , ocurrieron , de igual forma , sucesos inesperados y sorpresivos que no nos impidieron marterizar ni aterrizar al volver .
En relación al segundo punto sobre el que intento establecer comparaciones , tal escribo en el epígrafe de la entrada , me veo obligado a decir que , pienso o así me lo parece , que la primera depresión fue mayor que la segunda aunque los motivos de ambas sean endógenos ; si bien con mezcla de exógemos. Aquella me duró cinco años en los que viví apartado del mundanal ruido y tendido , de día y diariamente en el sofá de la sala de estar ; y de noche , durmiendo en la cama tras toma de la pastilla o píldora que el médico me recetó para poder conciliar el sueño .
En este segundo episodio o repetición del primero , las horas de permanencia tumbado y adormilado han sido bastante menos . En ambas , el sufrimiento y los pensamientos negros me han hecho la vida imposible , si bien en la recidiva mis escritos en algo han ayudado a mi leve mejoría sin que , hasta el momento , hayan desaparecido las causas que me volvieron a sumir en ella . Dudo que los motivos exógenos lleguen a hacerlo porque , comentándole uno de ellos al psiquiatra , me respondió que en el asunto del que le hablaba llevaba más razón que un santo. De todas formas , aunque en algunas horas, en especial durante las primeras de las tardes , el mal aprieta ; poco a poco he ido solucionando algunos problemas sobre los que pensaba que iba a carecer de fuerzas para solucionarlos. Sigo teniendo temores y síntomas pero ahora, al menos , no durante todo el día. Que el Gran Hacedor me dé ánimos para poder continuar mi pequeña mejoría y no vuelva a reincidir otra vez en depresiones . Si el problema real del que le hablé al psiquiatra tendiese a solucionarse , la mejoría podría ser completa y hasta la muerte. Después de ella , el Gran Hacedor dirá ...
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