Tras los días pasados bajo la superficie del planeta que visitamos , entre los hipomartenses , las autoridades de la ciudad, don Marciano Martel , don Martín Martínez y doña Marta Martinelli entre ellas , nos han trasladado , con todos los honores que han creído oportunos y que muchos han sido para nuestras modestas personas , al exterior , a la superficie del planeta tan rojizo o rosaceo en sus entrañas..
La subida a superficie la hemos llevado a cabo en un ascensor dodecagonal que , en menos de un suspiro , nos ha trasladado a una zona de parameras semejante a la terrible estepa castellana por las que Mío Cid cabalgaba a lomos de su Babieca rodeado de polvo sudor e hierro . A primera vista parecía , hasta donde nuestra vista abarcaba , que era martitorio desértico ; un martirio. No era así pués , apenas ascendimos , andando junto a la comitiva que nos acompañaba y cortejaba , a un cerro testigo que , a manera de atalaya, se alzaba en el páramo reseco y rojo , vimos las torres o edificios altos , puntiagudos unos y romos otros, de una gran ciudad. Los hipermartenses de ella nos recibieron con el mismo acato , respeto y admiración que los hipomartenses de MARTONCITY ( martenses de abajo como mis lectores saben ) . La ciudad , MARTIRIA de nombre , presenta una disposición y estructura urbanística muy otra que la que exhibía MARTONCITY , naturalmente . No olvidemos que el determinismo martestre también existe y el habitante debe adaptarse a las formas y características del medio martegráfico. Vimos unos ríos de aguas ferruginosas a juzgar por sus colores , tan semejantes a las del río Tinto próximo a nuestra base de lanzamiento interplanetario de El Arenosillo , provincia de Huelva ; es decir , de aguas rojizas color vino tinto que Arturo, sin encomendarse a Dios ni al diablo , bebió causándole un agudo dolor de estómago entre el asombro de los naturales de las orillas y una descomposición tamaña que nos hizo temer por su vida y quedarnos para el resto de nuestros días en el museo Pablo Picasso de Marte sin posibilidad de regreso a nuestro planeta azul.
Hubo de ser internado en una clínica muy bien equipada con extrañísimos aparatos que mis lectores pueden imaginar y , tras introducirlo en uno de ellos , la lavadora de estómagos envenenados aderezada con antibióticos varios , salió de su máquina más limpio que los chorros del oro de estómago y de pies a cabeza , si bien comentó que su testa algo le dolía. Tras el comentario y ya seco , un médico dictaminó que la cefalalgia era debida a las vueltas y revueltas dadas en el interior de la lavadora . Le recetó un leve analgésico que ellos sintetizan a partir del salicílico y aquí paz y más tarde , como nos anunciaron , gloria. Mañana les contaré. Wlihelmus Alvarinus Toletanus ex Marte , pero antes de poner punto y final a la crónica de hoy les muestro algo de la escritura martinesca .Como ejemplo valgan estos botones .
A = !"·
B= ¡'%..
C = /*-. Menos mal que conocen y hablan casi todas las lenguas de nuestro Planeta Tierra . De no ser así no sé qué hubiese sido de nosotros sin hablar. Arturo con beber tiene de sobra , pero mi primo y yo somos más dialogantes , más palabreros y menos bebedores. Solo copeadores finos y morigerados. Que lo seamos siendo por muchos años , ya que con pan y vino se anda el camino planetario e interplanetario , cual caso es.
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