Muy bien , por cierto y como esperaba . Me dice que su segundo apellido , prueba de su españolización al igual que su dominio del castellano , es Kavira , con k .
Le respondo que lo sabía y prosiguió hablándome de su novia en términos óptimos .
Me dijo que era una negra que tenía el alma blanca , como la leche , además de unas piernas muy bien torneadas . Como supuse , con certeza porque lo conozco como si lo hubiese parido aunque no haya sido así y yo solo sea su abuelo materno , que intentaba hablar de otros rasgos físicos que adornaban a Nala , no los quise oír de su voz y de sus comentarios . No obstante he de afirmar que los había observado cuando en la playa me la presentó.
Percatándose Titín de mis sanas intenciones , hoy día se piensa que todo está permitido incluso hablar de cuestiones íntimas o de caracteres físicos de las personas saltándose a la torera el respeto a los años , en el caso que nos ocupa debo decir que la negrita era dueña de un cuerpazo de los que quitan el hipo ; pasó a exaltar sus virtudes morales que , a la altura del betún , dejaban los atributos físicos que yo había captado y observado cerca de la orilla del mar cuando vino en bañador chorreando agua y gracia natural .
Así me habló de su constancia y de su temperamento alegre y positivo además de su fidelidad a prueba de bomba. Había tomado la palabra y no había forma de pararlo hasta el punto de que de su voz , por momentos más ronca prueba de su exaltación , iban surgiendo piropos tras piropos al tiempo que iba haciendo una bella etopeya del carácter de la joven negra. Para Titín , Nala era inmejorable se mirara por donde se mirara.
Yo no pensaba nada y me dejaba llevar por las palabras de Titín como camarón dormido llevado por corriente de agua. Por una corriente de aguas claras y cristalinas en las que se podía dormir a pierna suelta sin que nada raro ocurriese.
Pero no me dormí y , atento , oía lo que Titín comentaba , mostrándome de acuerdo en todo. Dado el énfasis que ponía en sus manifestaciones no me hubiese atrevido a llevarle la contraria . No era el caso en cuanto que mi opinión sobre Nala coincidía con la suya.
Cuando Titín respiró en su alocución , le di una palmadita en el hombro y lo felicité por haber tenido tan buen ojo . No era para menos la bella Nala , natural de la República del Congo y novia formal de Titín apellidada Katungo Kavira . Con uve .
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