Me ha parado cuando daba mi paseo por la orilla del mar . Volviendo , por la arena de la playa , me ha abordado un desconocido que se ha dado a conocer . Era Antonio Eusebio De La Gaita quien en ese momento no la llevaba , como en muchos otros, sino que llevaba un bañador ,o traje de baño como Ussía diría , azul marino y mojado como el propio Antonio Eusebio que acababa de salir del mar tras darse un baño reconfortante que lo hacía chorrear. Se me ha dirigido Antonio Eusebio en estos términos : lo he reconocido desde lejos y he dejado de nadar en estas aguas frescas y saladas para salir de ellas y abordarlo . No sabía yo que tan conocido fuese y tras el abordaje he detenido mis pasos ya que a mí se había dirigido el nadador . Me enfundo una delas camisas viejas con las que paseo por la playa, pues el decoro no está reñido con los baños , y oigo , entre el rumor de las olas rompientes , que dice llamarse Antonio Eusebio De la Gaita y Ocarina , el chef , no el simple cocinero , de EL RECLAMO DEL GOURMET .
Mi paseo cotidiano queda interrumpido ya que detengo el paso y presto oídos con atención a las palabras que el chef dice . Son éstas , más o menos sus palabras y las mías que yo recuerde ya que noto que mi memoria se deteriora a medida que cumplo años: Aunque argentino soy , mis orígenes
por parte paterna son gallegos . Justamente de Lalín , provincia de Pontevedra como usted sabe . Mi primer apellido es clara muestra de lo que le digo. Por parte de madre mis orígenes tengo en la localidad de Salta y de aquí mis caracteres físicos claramente andinos . Soy , por tanto , buen ejemplo de mestizaje, además del chef u organizador y coordinador de todos los trabajos en la cocina del restaurante , así como el responsable de la carta . Bajo mi responsabilidad y mis órdenes estarán los cocineros incluido el cocinero principal o jefe de cocina .
A mi cabeza vino el grato recuerdo que yo guardaba de Godofrito Malagamba ,el cocinero del primer RECLAMO DEL GOURMET , de su nobleza de procedencia italiana , de su mujer María de Cabrales y Cabral , de su adoptado hijo Godofritito y de las buenas gambas que freía Godofrito.
Desconocía yo que Wilhelmus fuese persona tan famosa como para que usted , que no lleva gran tiempo residiendo en Cádiz , me reconociese mientras nadaba en aguas atlánticas , le dije .
Sepa que su fama traspasa fronteras y océanos alcanzando a los distintos y distantes Estados Iberoamericanos. Fama no debida a su condición de profesor titular jubilado de la Universidad de Cádiz , sino a su blog Sevillacádiz que tan leído es en toda la América latina , Hispanoamérica o Iberoamérica a pesar del corto número de seguidores que tiene ; corto pero selectos .
He podido constatar , en el mismo sentido , que su fama como profesional y explicador de múltiples historias tampoco es mala en Cádiz capital y provincia.
Desconocía yo tal fama a pesar del seguimiento que hago , sobre todo ahora , para tratar de hallar al italiano anónimo o virus informático que me ataca ; sin embargo me halagó y gustó oír las palabras que con solemnidad acababa de pronunciar Antonio Eusebio cuyos rasgos faciales o fisiognómicos eran , tal como acababa de decir , marcadamente andinos.
Ya conocía yo a dos miembros , muy representativos , del restaurante en el que habría de desempeñar mis deberes . Tanto uno como otro no me disgustaron a primera vista . Ya sabía , algo es algo , que tendría a un quechúa o aymara en la cocina y haciendo y retocando la carta del restaurante .
Los extranjeros me persiguen pensé al tiempo que volvía a mi memoria, con cariño , la figura de Godofrito Malagamba .
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