Fue apoteósica. Digna de figurar en los anales de la ciudad .Digna de ser considerada un evento aunque el escribidor escriba sobre ella con retraso . Tal vez le haya sido beneficioso al dicho escribidor , relaciones públicas del restaurante , dejar pasar una horas antes de teclear. Así la entrada, al no estar demasiado reciente la inauguración, resultará más templada y más objetiva sin que la emoción me embargue pues el embelesamiento podría hacerlo.
Con decir que a más de un asistente al acto se le saltaron las lágrimas al oír las palabras pronunciadas por Jorge Manuel Saavedra y mías propias , algo digo pero no todo. También hizo uso de la palabra Antonio Guillermo Sosa explicando , con muy buenas formas , el porqué de la decoración , flora y fauna de la Bahía , quedaba reducida al haber pintado mojarras, calamares , doradas , pargos, chipirones y demás hierbas y peces que abundaban en sus aguas como los cazones , gambas , langostinos de Sanlúcar y otros sabrosos pescados o mariscos de aguas cercanas. Decoración que aparecía en formas de grandes pinturas murales sobre la puerta de entrada al restaurante , una mojarra , así como en todas las paredes o muros del restaurante y en las cartas que se apiñaban sobre una antigua mesilla de caoba . Varias de las especies marinas degustaron los asistentes en el lunch de entrada y volverían a hacerlo después si bien de otra forma preparados y aderezado todo con las salsas y cremas correspondientes y propias de EL RECLAMO DEL GOURMET , que en ningún otro restaurante se ofrecían y cuyas recetas solo conocía Perico Malasangre.
El porqué aparecían pintadas tantas especias marinas se debía , y he aquí el porqué de la cuestión , a que una de las especialidades de la casa era la de los pescados cocinados de forma tan original como rompedora de la tradicional manera de tratar la materia prima ; es decir , los pescados.
Pronunciadas estas breves palabras , mi medio tocayo dejó el micrófono a doña Casilda Reguero de Flores quien , haciendo uso de su delicadeza y buena educación , se lo entregó en manos a una de las camareras de mesa ; la que más correspondía en cuanto a la fauna marina tan bien representada en los muros, llamada Emigdia Pescado de la Bahía que prosiguió , como era natural teniendo en cuenta sus apellidos , charlando en torno a pescados de la Bahía que mi medio tocayo Antonio Guillermo Sosa había pintado .
A los postres del opíparo almuerzo , bien regado por vinos de la ribera del río Oja , y del río Zapardiel ( afluente del río Duero ) , o sea de Rueda , Samuel hizo un prodigio trayendo del otro mundo , nada menos que de ultratumba ,a una persona muy especial : don Justo de la Justicia Grande. El redivivo admitió que su venida de ultratumba era debida a un prodigio realizado por un niño llamado Samuel . En efecto Samuelito se mostraba contentísimo de haber logrado la resurrección , aunque solo fuese por un ratito , de don Justo sin ser don Justo Lázaro ni él, Samuelito, Jesús de Nazaret .
Samuel había elegido perfectamente a la persona que faltaba en la selecta reunión . Don Justo aparecía como era antes de que la enfermedad se cebara en él y habló de cómo era la otra vida , la de ultratumba , en términos elogiosos . Dijo que llamándose como se llamaba , no hubo tribunal celestial que juzgara su conducta en la Tierra yendo directamente a la Gloria donde fue muy bien recibido por EL GRAN HACEDOR , por Dios , quien lo colocó a su derecha pero dejándolo campar por sus respetos y por toda la Gloria ya que en gloria estuvo hasta que el hijo de Marisa y de Oran , a pesar de estar advertido por sus padres en lo relativo a no hacer prodigios , lo sacó de la Gloria para asistir al evento .
Don Justo pronunció palabras verdaderas , animando a todos los presentes a ser buenos y justos en sus apreciaciones y en todo , como estaba mandado , y a encomendarse a Dios pero no al diablo .
Tras desearle al nuevo propietario , Saavedra , lo mejor en la marcha del restaurante y saludarnos con afecto a todos los que había conocido en vida , incluido el escribidor como es natural , se volatilizó en su marcha hacia el mundo de ultratumba del que tan bien nos había hablado.
Samuelito , más contento que una Pascuas , una vez que don Justo se había volatilizado , sudó la gota gorda pues el prodigio que había realizado le había costado su trabajo y rozaba lo divino : no todos los días volvía un muerto desde el más allá ; desde la Resurrección de Lázaro no hubo otras resurrecciones hasta la que habíamos tenido el gusto , no sin miedo , de presenciar los asistentes a la inauguración del resucitado RECLAMO DEL GOURMET que a las nueve de la noche abriría sus puertas .
No hay comentarios:
Publicar un comentario