Escribí, hace unos días, un comentario en Orgullo de Nevión( no era el primero que hacía) sobre el entrenador Manolo Jiménez. En él, volvía a criticar la alineación y el planteamiento del partido que El Sevilla puso en práctica en Pamplona en el encuentro con Osasuna.Mi crítica, razonada, iba acompañada de mi opinión sobre los errores que , con asiduidad, comete Jiménez. Tal vez, mi acendrado sevillismo se dejase llevar por apasionamiento y me mostrara excesivamente duro con el entrenador en cuanto a su labor( desacertadísima ) como entrenador de la plantilla de la que dispone. Mi opinión fue respondida por algunos miembros del grupo de forma acre, desabrida e irrespetuosa en grado sumo. A la vista de la cuestión, solicité de la dirección de Orgullo de Nervión mi cese como miembro del grupo; solicitud que reiteré a pesar de las muestras de apoyo que recibí por parte de otros miembros del grupo. Y cuál no sería mi sorpresa cuando, al no recibir comunicación alguna por parte de la dirección sobre mi petición de baja, intento entrar en mi página de orgullo de nervión y leo : HA SIDO EXPULSADO. Ni el término utilizado es el correcto; lo hubiese sido : Se acepta su petición de baja en el grupo, ni tampoco la forma de comunicarlo.
A pesar de ello, le vuelvo a dar las gracias a los responsables de Orgullo de Nervión por haberme, en su momento, aceptado en el grupo, y editar las opiniones vertidas en el foro durante los meses que he pertenecido a él.
A pesar de ello, le vuelvo a dar las gracias a los responsables de Orgullo de Nervión por haberme, en su momento, aceptado en el grupo, y editar las opiniones vertidas en el foro durante los meses que he pertenecido a él.