Poca cosa . El hombre escasamente puede saber porque desconoce los entresijos de las cuestiones fundamentales . Los avances de la técnica y de la tecnología no producen la felicidad , que sigue siendo añorada por muchos . Nos creemos saber y no sabemos casi nada de los aspectos que pueda presentar la realidad . Por más que se intente averiguar algo , las dudas asaltan a los humanos . De aquí que yo sea tan escéptico.
De nuevo tecleo por teclear y para que , como febrero muere , no se diga lo contrario . Como diría un castizo : para que no se diga .
Estoy cansado de escuchar cantos de sirenas sobre cualquier asunto hasta el punto de quemarme , sus cánticos , mis oídos . Procuro no atender y me pongo a teclear . Es lo que hago sin más intención que reafirmarme en el título de la entrada .
No obstante , vuelvo a oír más cantos de sirenas hasta llevarme al aturdimiento . Dicen algo sobre esto , sobre lo otro , o sobre lo de más allá. ¿ Quién sabe si tienen razón ?. En el caso de ser así , el equivocado soy yo . Hay errores que tienen difícil arreglo .
La entrada ha sido escrita a petición de don Máximo de la Serena , el anciano periodista . Me la pidió, encarecidamente , diciéndome que la editara sobre la presente etiqueta . Lo obedezco .
Wilhelmus fecit .