Es el que estábamos haciendo , volver del planeta rojo , con el piloto de aeronaves espaciales que nos llevó en la ida a Arturo Pérez y Pérez , a José Joaquín Pineda Calle , primo hermano mío , y a mí , mientras yo enviaba pormenores y pormayores , que de todo hubo , de lo acontecido en el mismo acompañados (primer viaje a través del Firmaneto para ellas ) por dos bellas terrícolas : Ninette Nantes , pareja de hecho de Arturo , y Carmen-carminis , pareja de hecho y de derecho civil y canónico mía ; cuando por un accidente informático, creo que a mí imputable , se mutiló la crónica que , sobre la endiablada velocidad de la aeronave , escribia en la infinitud del Cosmos .
Al tratar de editarla se amputó de medio cuerpo hacia abajo de forma inesperada y semejante a la manera en la que la censura de regímenes dictatoriales cortaba cuando se escribia sobre cuestiones consideradas por los dictadores como peligrosas para sus regímenes políticos. Que El Gran Hacedor de los planetas , sean azules , rojos o del color que se tercie , impida que la fea costumbre no vaya a volver a vulgarizarse y a extenderse argumentando críticas al sistema , que tan criticable es. Éste es mi deseo pero no sé si será la realidad porque una cosa es una cosa y la otra ,como mi paisano y pariente político Luis Cernuda tituló una de sus buenas obras poéticas, otra: La Realidad y el Deseo. En cualquier forma , la amputación me cogió de improviso . No como la constatación de formas extravagantes en las personas , animales , vegetales y cosas que pueblan y se dan en el planeta por segunda vez visitado por José Joaquín , por Arturo y por mí narrado en el presente blog con minuciosidad , lo que hace innesario resaltarlas.
El Olympo , gran teatro de Martiria , estaba ya de bote en bote cuando Marciano Marcial , ministro de asuntos exteriores , y yo , tomamos asiento en sillas chippendale ad hoc colocadas tras una gran mesa de madera rojiza en la que , a manera de antiguo tribunal examinador , vino a colocarse , éste de pie , un ujier ante el atril. Sería quien , en bandeja de la misma madera que la mesa a juzgar por su color , presentaría la medalla que Marciano Marcial me iba a imponer como indicio y señal de distinción entre el periodismo de Marte.
La medalla , de un metal muy apreciado en la región hipermartense en la que nos hallábamos de momento , pues el almuerzo , bastante más restringido en lo referente al número de comensales como más adelante detallaré lo haríamos en la zona hipomartense, era de color amarillento , muy distinto a los tonos granates que destacan y caracterizan la superficie del planeta y las cuencas de los ríos onubenses Tinto y Odiel.
Tras la pertinente presentación protocolaria del acto , Marciano procedió a colocarme el medallón , pues de buen tamaño y pesón es , en la impoluta solapa de mi traje , tras ímprobo trabajo por abrocharme el fuerte imperdible posterior del reverso de la condecoración ; y una vez que consiguió colocarla medianamente bien dado que el peso de la misma impedía que la tersura del tweed reisitiese a la fuerza de la gravedad que allá también existe , observé que en mi nueva medalla ( tercera que recibo pero primera fuera del ámbito terrestre como es punto de conocimiento general entre la gente culta del periodismo ) ; observé , repito , su anverso en el que figuraba la cubierta de la primera edición de EL QUIJOTE y la siguiente leyenda : PAX IN TERRA ET IN INFINITO , lema que me recordó al de un escudo nobiliario excepcional de la edad media europea , época que me recordaría también la inmixtio manuum , sin osculum feudal menos mal , al rodearme Marciano mis manos con la suyas a manera o remedo de homenaje feudal protector.
Me tocaba , con arreglo a lo establecido , hacer uso de la palabra y así hablé en aquel gran teatro de nombre tan griego clásico.
Señoras y señores , dije , saltándome usos protocolarios al uso en nuestro planeta pero no en el que me hallaba porque de persona bien acostumbrada es respetar los usos y costumbres de los sitios y lugares que se visitan.
Gracias sentidas a hipermartensas e hipomartensas , a hipermartensas e hipomartenses , a marcianos todos y a los pocos terrícolas presentes en tan solemne acto.
Aunque tenía previsto , por mi condición de periodista-historiador o de historiador-periodista , hablar sobre la crisis-COSA que asola y desola nuestro planeta azul , más en unos sitios que en otros , no voy a hacerlo porque los responsables de ella no merecen que les dedique más adjetivos de los que les tengo aquí dedicados. No merecen nada y desmerecen todo estos gobernantes de pacotilla y de tres al cuarto que confunden servicio público con fortunas privadas. Así , que voy a hablarles del Rey Juan Carlos I de España que , aunque reina , no gobierna.
La que le traen liada a don Juan Carlos , amparándose en los desafueros cometidos por su yerno y en su condición de hombre al que las mujeres le gustan , como a la mayoría de los hombres que han sido y son, pero exagerado el gusto en su caso por su pertenencia al linaje Borbón , punto que todo el mundo de una mediana preparación debiera saber es : de AÚPA Y DE CHUPA DE DÓMINE , nunca mejor utilizada la segunda expresión por lo de dómine. Obligado me veo a deciros que , de forma soterrada , veo un intento de los republicanos españoles por socavar el régimen monárquico como si el Rey o el Príncipe don Felipe fuesen culpables de la situación en la que España se encuentra y no los políticos habidos y actuales , verdaderos cómplices y aliados del gran capital y del neoliberalismo digan lo que quieran decir. Con la implantación de un régimen republicano no creo que se solucionase nada en cuanto que , en gran parte , republicanos han sido y son los causantes del gran desaguisado. Cambiar monarquía parlamentaria por república parlamentaria no veo que sea solución al problemón en el que estamos inmersos ni el Rey de España debiera convertirse en chivo expiatorio Real que pagase en sus carnes ni en las de su sucesor pecados politicos o económicos por ellos no cometidos.
El mal no radica en monarquía o república sino en la condición del propio hombre aunque lo contrario se suela decir para no asustar al personal decente que también existe gracias a Dios , el Gran Hacedor como vosotros y yo , anarquista-pacifista-utópico , lo llamamos. En este sentido soy un ser extraño en el planeta azul pero no en el rojo , en el que me encuentro tan a gusto .Como un pez en aguas mansas y limpias.
Una ovación atronadora que llegó a ensordecerme interrumpió mis palabras haciéndome emocionar hasta el grado de no poder continuar mi alocución que ya se aproximaba a su fin porque nunca me gustó ni me gusta ponerme pesado ni en dichos ni en hechos.
Como no me gusta ni lo uno ni lo otro , la pesadez en dichos y hechos , dejo para mañana la narración del almuerzo , sus características y viaje de vuelta al planeta azul que muy interesante , en todos los sentidos , fue. Digno de escribirse .
