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EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.

martes, 24 de noviembre de 2009

HISTORIADOR DE LOS ÁLVAREZ DE TOLEDO GOLFÍN


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HISTORIADOR DE LOS ÁLVAREZ DE TOLEDO GOLFÍN
Leo en el Portal de la familia Álvarez de Toledo Golfín, a la que pertenezco, y su pertenencia me honra, que se me cita como historiador de ella. Otra honra. Pocos somos los miembros de la familia que nos hemos licenciado en Historia. Tradicionalmente han sido los estudios de Derecho, salvo brillantes excepciones, los elegidos por la mayoría de mis pasados y parientes. El Colegio de Abogados de Sevilla da fe de ello.
Remontándome en el tiempo y, sin perder de vista que las alcaldías mayores, oficios desempeñados por mis antepasados directos en el Ayuntamiento de Sevilla desde mediados del siglo XVII ( con anterioridad los desempeñaron en Cazalla) hasta fines del siglo XVIII, debían ser, en teoría, ejercidas por licenciados o doctores en derecho, la tradición se prolonga.
Cierto es que en mi tesis de licenciatura: Un Linaje Sevillano del Antiguo Régimen : Los Toledo-Golfín, dirigida por el profesor don Rafael Sánchez Mantero y leída en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla en Junio de 1987, estudié la historia familiar. Algunas entradas de este blog han tocado puntos relativos a ella.
La idea prístina nació cuando, siendo yo aún joven que no había iniciado mis estudios universitarios, mi padre me contaba que nuestros ascendientes habían sido alcaldes mayores y maestrantes de Sevilla. Por él supe, en un viaje a Cáceres, que los Golfines habían marcado nuestra ejecutoria histórica. Se refería, naturalmente, a la varonía. Más adelante, yo tendría conocimiento de todos, o, casi todos, los entronques.. Y este conocimiento tuvo por matriz una tarde preñada de nubes en la sevillana calle Virgen de Luján. Justamente, la casa de mis tíos Felipe Álvarez de Toledo Tovar y Aurora Naranjo de Tena , mientras tomábamos café y pastas con mis padres como testigos ,  tío Felipe me prestó, sin condiciones, un pequeño archivo familiar( sin duda lo que quedaba de otro que debió ser mucho mayor). A su aportación documental se le unió, con presteza, la de su hermano Pepe.
Con este bagaje empecé, siendo yo ya profesor de la , por entonces Escuela de Magisterio de Cádiz, a profundizar en el conocimiento de la historia de mi familia paterna. Conjunto documental que se ampliaría con fondos del Archivo Municipal de Sevilla, del de Protocolos Notariales de la ciudad ( entonces sito en la calle Feria) y en el que uno se jugaba la vida subiendo por unas inseguras escaleras, hasta alturas de vértigo, para coger los legajos entre los que más de una vez deambulaban ratas y ratones. Del Archivo Histórico Nacional y del Notarial de Cazalla, a más de Archivos Parroquiales variados, el de San Bartolomé de Sevilla entre ellos, y la adecuada bibliografía.
Con anterioridad, valedor mío había sido mi tío abuelo Gonzalo Álvarez de Toledo y Alba, persona ajustada a Derecho, y quien con cariño y ternura que yo captaba, me llamaba mi sobrino el filósofo. Ya en plena labor heurística, mi prima María José Álvarez de Toledo Naranjo me echó una mano; y, mi mujer, Carmen Castro Thomas, otra en el dibujo y compartimentación de los árboles genealógicos. A todos ellos y a Rafael Sánchez Mantero les reitero mi agradecimiento. No olvido tampoco a mi prima Mari Carmen Dalebrook Pineda y a su marido Pepe Trevijano, quienes me facilitaron la primera entrevista con el director de la tesina. El resto correría de mi parte.
Desde aquellos lejanos días ha llovido mucho y han salido y se han puesto muchos Soles… Tantos que me han convertido en sesentón jubilado y las cosas se ven con ojos distintos porque los ojos han visto otras muchas cosas. A lo largo de lluvias y de Soles ha ido pasando la vida y mis conocimientos han aumentado hasta el punto de poder decir lo poco que sé. Pero este poco siempre estará dispuesto y al servicio de la historia de mi familia desde este escritorio con el que mi, más que admirado, primo Guillermo Álvarez de Toledo Naranjo ha creado un enlace desde el portal de la familia. He sido sólo un modesto profesor de Historia ( Departamento de Historia Moderna, Contemporánea, de América e Historia del Arte)de la Universidad de Cádiz y que se me cite como historiador de la familia supone una gran alegría, y, repito, un honor reconfortante. Poner a mi linaje en el lugar que históricamente le correspondía fue uno de los objetivos propuestos en mi vida y puedo decir, con satisfacción, que lo he logrado. Ojalá consiga los muchos que aún me quedan por alcanzar. Ojalá, aunque sea una repetición, Dios me ayude a superar la enfermedad que padezco, desde hace tres años y medio, y vuelva a poder disfrutar de las lluvias, las salidas y las puestas de Sol de Cádiz, la vieja ciudad que me acogió con los brazos abiertos cuando a ella vine desde mi queridísima Sevilla. Y de otras muchas cosas más. En relación con las dos ciudades en las que se ha desarrollado gran parte de mi vida, debo aludir a las palabras con las que finalizaba la introducción de mi análisis sobre los Toledo-Golfín : realizado, en parte, oliendo el azahar de Sevilla y , en parte, oyendo silbar los vientos de Cádiz. Así se hizo.

domingo, 22 de noviembre de 2009

TEMAS DE HOY Y DE SIEMPRE

TEMAS DE HOY Y DE SIEMPRE

Guerras Médicas, Guerras Púnicas, Guerra de las Investiduras, Guerra de los Cien Años, Guerra de las dos Rosas, Guerras de Religión, Guerra Santa, Guerra de los Treinta Años, Guerra de los Siete Años, Guerra de las Naranjas, Guerras Carlistas, Guerra Chino-Japonesa, Guerra del Opio, Guerras Mundiales, Guerras del Golfo, Guerras Árabe-Israelitas… Guerras y más Guerras. Tras ellas paces pasajeras o efímeras. Guerras polícromas, con el negro de duelo como blasón, que reclaman continuos progresos de las técnicas bélico armamentísticas con el fin de lograr el máximo objetivo mortífero y destructivo posible.
La Guerra interminable ejercida por un ser hecho a imagen y semejanza de Dios… del dios Marte. O, tal vez, este ser, el hombre, haya hecho a Dios a su imagen y semejanza como ocurrió en el mundo greco-romano, en cuyas fuentes tantas aguas hemos bebido
La estupidez o su encarnación, la vanidad, dice Pierre Goubert, profesor de la Sorbona, ha desempeñado gran papel como motor de la Historia. De mi cosecha añado otro caballo al motor: La ambición desmedida, próxima a la locura.
Historia Magistra Vitae. Buen muestrario para no repetirlo, pero con reiteración se repite. La Historia es la gran desvergüenza del hombre si no la miramos tras cristales esmerilados ni ponemos paños calientes. ¿ Exageración ¿ ¿ Visión distorsionada propia de persona deprimida?. No. Objetivo panorama ofrecido por cualquier manual aséptico y que se limite a la exposición de las hazañas humanas.
Hazañas bélicas se titulaba un comic de mi niñez. Alemanes contra británicos. Da lo mismo, siempre unos contra otros. Antes habían sido franceses contra todos y Napoleón el de Ajaccio, al fin derrotado, aspiró, en su locura, a dominar Europa. En su horizonte, no lo dudo, estaba el dominio del Mundo. El mismo horizonte al que miraron Hitler y Bush II, el primer genocida del siglo XXI. Sea todo por el bien de los Estados Unidos de Norteamérica y de la humanidad aunque la destruyamos.
¿ Porqué lo mataste? , se dice en una novela cuyo autor y título no recuerdo. Por mandar. Por mandar fue la respuesta del homicida.
Propugnan las Potencias nucleares el desarme sin estar ellas dispuestas a lo mismo. ¡ Que se desarmen los otros! Controlarán y dominarán, así, al resto del Mundo, que continuará bajo su férula. Sutileza política. Es la propuesta de los ejemplares y democráticos Estados Unidos de América del Norte. De la Nación que nos arrebató la Cuba que nosotros ( Diego Velázquez de Cuellar y su hueste ) habían arrebatado a Tainos y Siboneyes cuatro siglos antes. Guerras y más guerras de los Estados Unidos salvadores de Europa en las dos últimas conflagraciones mundiales del siglo XX.
¡ Qué peligrosos son los salvadores excepto el Cristo original!. Estados Unidos de América del Norte, Japón… Los padres del desorbitado avance tecnológico que salvará al hombre. La salvación por la tecnología punta. Algo recuerda a la salvación por el trabajo. ¿ Salvación de qué y a qué hombre?. La tecnología no corre ni corta el mar, sino vuela como el bergantín velero y pirata de Espronceda pero con menor halo poético y obligando a su creador, exhausto, a no perderla de vista porque puede írsele de las manos. Lo esclaviza de forma distinta a pasadas esclavitudes; sin embargo lo esclaviza. No es difícil constatarlo. Más de una vez, en determinadas circunstancias, el hombre y la mujer se han sentido cómodos como esclavos. La libertad acarrea problemas. ¿ Cuántos causaría un sabotaje perpetrado contra la hiper desarrollada técnica que nos acompaña y vigila?. Y mientras las técnicas dan pasos de gigantes, muy superiores a las zancadas del hombre, y es idolatrada por las masas, el cambio climático se reafirma y se encrespa provocando torrenciales lluvias y alteraciones atmosféricas recordándonos eras geológicas anteriores que impidieron la aparición del hombre( que lo hace cuando el ambiente le fue propicio) sobre la faz del Planeta. La Paleoclimatología parece renacer, volviendo a hacer acto de presencia, como la cultura clásica renació en la segunda mitad del siglo XV. Entre un renacimiento y otro, me quedo con el segundo. ¿ Podría hablarse de Neopaleoclimatología?.
Millones y millones de muertos por hambre. El hombre con hambre convive con la opulencia repugnante de otros millones de congéneres. La hambruna amenaza a gran parte del Continente Africano. Hielos milenarios se derriten haciendo subir el nivel de las líneas costeras y acercando sus aguas, infectas, a las ciudades ribereñas. ¿ Las engullirán?. La capa de ozono protectora disminuye y extensos territorios boscosos, la Amazonía entre ellos, sufren la tala inmisericorde con las subsiguientes consecuencias nefastas. Cataclismos no susceptibles de ser previstos por la salvadora y todopoderosa tecnología punta siguen produciéndose. Se manipulan , ¿ sabemos cómo?, los alimentos naturales que antes ingeríamos, al tiempo que se extiende la manipulación genética sin que , a ciencia cierta, sepamos cuáles son todos sus fines y hasta dónde se puede llegar. Hasta aquí estas letras pueden ser adjetivadas de catastrofistas y retrógadas.
Contraargumentos llueven como maná bíblico. Indiscutibles son las mejoras en el campo sanitario y los avances brillantes en los ámbitos farmacológico y médico que encuentran remedios para múltiples enfermedades y alargan la esperanza de vida del hombre que seguirá siendo mortal. Se generalizan faraónicas construcciones arquitectónicas terrestres, marítimas y, con probabilidad, espaciales que desafían a las tradicionales leyes de la naturaleza. No admite duda el enorme aumento de la producción agraria, si bien su distribución no parece ser la óptima. Las redes de telecomunicación e intercomunicación han alcanzado una inmediatez difícil de superar. No obstante, cuando esta inmediatez falla nos asalta la ansiedad, nada bueno. Gracias al ordenador y a sus derivados el mundo está al alcance de nuestros dedos y nuestras manos, no siempre limpias. El botón y la tecla han alcanzado categorías sublimes. Atiborrados de información, ¿ Tendremos capacidad para digerirla y separar el trigo de la mestura?.
Los progresos sociales son hechos incontrastables. Estolidez sería negarlos. Ojalá los logros perduren. Empero, estos grandes logros y otros muchos cuya extensión no es planetaria como debiera ser, forman oasis en el devenir histórico (contemplemos el arte en todas sus manifestaciones y los avances tecnológicos sin doble filo). Son anteriores al desaforado desarrollo de la tecnología actual que esconde, bajo piel de cordero, a lobo depredador en cuyas fauces, si hay ojo avizor, van siendo devorados considerable número de congéneres. ¿ Acaso la crisis actual nada tiene que ver con las ideas aquí expuestas con más o menos orden?
¿ Cómo explicamos, en un mundo tan feliz( hago referencia al que decimos desarrollado),los cuantiosos intentos de evasión en una u otra dirección, siendo la drogadicción una de ellas?. ¿ Cómo explicamos la propagación de la llamada enfermedad del siglo XXI, la depresión?. ¿ Porqué el , cada vez mayor, cambio de afiliaciones o creencias de unas religiones a otras, o el abandono de las tradicionales y búsqueda de otras vías que satisfagan las necesidades espirituales?. Materialmente el hombre del mundo desarrollado dispone de recursos que antes eran difíciles de obtener; pero da la impresión de que sus anhelos y deseos no se satisfacen de forma plena. Y busca y busca… y buscando suele errar porque los caminos que se les abren no son los que todos desearían, por muy fáciles que sean sus accesos. Todos conducen a la lucha, a la competitividad, a alcanzar el éxito (¿ qué éxito? ). Son los caminos de los triunfadores. Caminos de guerra, no de paz. Los verdaderos caminos para muchos, no para todos. ¡ Vae Victis!. Para otros, menos, esa vía o camino conduce a la alienación. Es la vía oficial. La indicada por las señales que marcan el camino ortodoxo de lo económico y lo político. La de la tecnología alienante, la que puede llevar al nihilismo. Se seguirá , así, escribiendo una Historia plagada de guerra e injusticias en la que el hombre de paz está de más, sobra.
Incontables hombres defienden y han defendido la Paz, entendiendo tan bella y monosilábica palabra, como la paz que implanta su escala de valores religiosos, filosóficos e ideológicos. Y así, cae por su propio peso, no hay ni habrá forma. La paz bien entendida es la paz con uno mismo. Alcanzándola, las demás paces se darán por añadidura; y, por supuesto, esta Paz y éstas paces nada tienen que ver con las tecnologías puntas y mucho , o todo, con el amor al prójimo, algo que un verdadero Hombre de Paz dijo hace ya más de dos milenios y cuyas palabras cayeron en saco roto, incluidos los sacos y las faltriqueras de sus oficiales más fieles, representativos y propagandísticos.
Si Heráclito, el oscuro filósofo de Éfeso, levantase la cabeza y viera los partos de la madre guerra, volvería, aterrorizado, a mirar hacia otro lado y a bañarse en otro río distinto al que se bañó ayer.

lunes, 2 de noviembre de 2009

A CORAZÓN ABIERTO

A CORAZÓN ABIERTO.

Tengo, igual que ayer, igual que todos los días, folios en blanco sobre la mesa de nogal. Folios en los que podría escribir mis pensamientos, tal vez alguna poesía, el comienzo de un cuento, de una novela, algo…

Mas un día y otro, una hora y otra, no puedo hacerlo. El papel todo lo admite, pero no puedo expresar nada. Mi imaginación se ha secado.

Me levanto, orino. El espejo refleja la profunda tristeza de mis ojos. La mirada moribunda que años atrás fue chispeante. No es por la mácula interna de mi ojo izquierdo. Enciendo un pitillo ante la tentación de acostarme y cerrar los ojos.

Mi mujer se resiente por los tres largos años que dura mi depresión, lo cual me hunde aún más. Y la tengo a ella, a mis dos hijos y a mi madre anciana bajo mi responsabilidad. Llaman los amigos , esperanzados, en oir de mi voz que estoy algo mejor. Nunca lo oyen. La tristeza me muerde y me corroe. Tengo miedo al tiempo. Un miedo que me atenaza, que me incapacita. Un miedo cerval que me condena al Averno en el que vivo y cuyas llamas se acercan a los de mi alrededor chamuscándolos.

Sólo mi hijo, estudiando en Sevilla, parece estar a salvo. Él sí es feliz con su música y su novia. No puedo hacer nada. Ni llorar. Sólamente sufrir mientras pasan, huecos, los días. A él, a mi hijo, lo estoy oyendo, en D.V.D., cantar su : Fin del Mundo. Su voz es clara. Modula bien. La letra es buena. Aprecio que música y letra están bien trabajadas. Ambas componen poesía, crean.

Me pregunto qué será de él dentro de unos años cuando yo ya no esté. Cuando otro de los eslabones que lo unían al pasado sea polvo o se haya diluído, convertido en ceniza, en el éter eterno. Ahora canta su : A los Ángeles más frágiles del Rock and Roll. Me invade la nostalgia, prima hermana de melancolía.

Mi cerebro, dicen los entendidos, ha dejado de segregar ciertas substancias, entre ellas la serotonina, dicen…Su déficit me ha llevado a la depresión. A una muerte vivida que me lacera sin piedad. Y la muerte no tiene futuro en el mundo material que habito. Tal vez sí la tenga en el otro. Quiero creer que así será. Por ello, la idea del suicidio va y viene con frecuencia a mis pensamientos. Se pasea por las circunvoluciones y anfractuosidades de mi cerebro. Con ellas coquetea, atractiva. Cobardía sería aceptar sus insinuaciones. Por dignidad, amor a los míos y Fe, la rechazo y sigo siendo mártir. Mártir oculto y anónimo, pero mártir hasta que la Providencia quiera curarme o llevarme. Nadie soy para tomar la iniciativa. Decido seguir padeciendo. Dejarme llevar por los cánticos de la parca Átropos supondría traspasar mi pena honda a mis seres más queridos. Aun si no fuese creyente en otra vida, no me dejaría llevar por los cantos de la parca. El amor me lo impide.

Soy consciente de las causas de mi trastorno. Del “ síndrome de inadaptabilidad “ como se diagnosticó mi enfermedad por primera vez. De mi depresión grave o de primer grado. De mi depresión recidiva que me obligó, no lo hubiera hecho sin su aparición, a jubilarme. No culpo a nadie. Los causantes no fueron conscientes del mal que hacían. No hubo en ellos voluntariedad. Sí cortedad, pero los errores fueron de bulto. El hombre es proclive a cometer yerros. Asumo los míos.

Mi depresión es exógena, si bien incubada en un nutriente caldo de cultivo genético cuyos ingredientes conozco.

He redactado varias frases seguidas. Me alegro. Escribir siempre me ha gustado y ahora, sin obligaciones laborales, puede servir de antídoto. Sin duda cuando no soy capaz de hilvanar varias palabras con alguna coherencia, la desazón aumenta. La escritura es el asidero al que me agarro para sobrevivir. La lectura es otro. Aquella es exteriorización, ésta interiorización. Ambas son recomendables para paliar la enfermedad.

Hoy ha amanecido un día claro. Poco antes, la Luna rielaba en las aguas plácidas de El Atlántico que desde mi casa, en primera línea de playa, tengo a un tiro de piedra. El mar, descaradamente próximo, siempre a la vista desde cualquier lugar del piso, se cuela, sin pudor, por todos los rincones. Es mi vecino de enfrente que, sólo los días tempestuosos y de vendabal, frunce el ceño con hostilidad amenazante. Ha sido, a veces, mi confidente. En su inmensidad se han bañado mis lágrimas. De las blancas espumas de sus olas me he despedido con un hasta mañana al cerrar, de noche, la cancela de la terraza. Con un hasta mañana que, más de una vez, hubiese deseado que fuese hasta nunca. O hasta siempre si mis cenizas fuesen esparcidas entre ellas.

Tengo una mujer y unos hijos adorables. También buenos amigos en el ámbito profesional y ajeno a él Carezco, que se sepa, de enfermedad somática. Tan solo pequeños achaques propios de sexagenario. Carmen, mi mujer, es buena, guapa y joven. Digno de admirar su comportamiento. Me quiere como yo la quiero a ella. Lo mismo puedo decir de mis hijos. Por ellos debería sobreponerme. Por ellos, aun viviendo martirizado, me levanto cuando por las mañanas abro los ojos y el futuro más hostil aparece en mi horizonte. Veo el deterioro paulatino y natural de mi madre y el ciclópeo esfuerzo que me supone atenderla. Sin embargo, la atiendo. No me queda otra.. Cada día necesitará más de mí y cada día me costará más trabajo cuidarla. Le temo, como a verde vara, que recaiga y me falten fuerzas para auxiliarla. Preveo que, a pesar de nuestro morigerado tren de vida, la locomotora pecuniaria pueda renquear. Nadie me da la razón, pero nadie conoce mejor que yo mis disponibilidades económicas y mi incapacidad para afrontar cualquier obstáculo sea grande o párvulo.

Tengo miedo cuando suenan los teléfonos. Cuando muevo el coche, los Sábados,, para que no se descargue la batería. Cuando abro la puerta de la casa de mi madre y cuando la cierro. Cuando ella pasea, apoyada en el bastón de caña de bambú con empuñadura de ébano de su suegro, acompañada de Mari Paz. Cuando la llamo al ponerse el Sol para darle las buenas noches y al alborear para darle los buenos días. Miedo a todo. Miedo a mí mismo. A no poder actuar cuando sea necesario. A que nunca vaya a superar la enfermedad. A que jamás vaya a volver a ser la persona que fuí. A sufrir y sufrir hasta la muerte. A ser, para siempre, un mártir y martirizar a los que me rodean, aunque no sea ésa sino todo lo contrario, mi intención. A convertirme en esclavo de la medicación. A pesar de todo, lucho contra el enemigo, que soy yo mismo, con las armas de las que dispongo. No siempre son las mismas. Días hay que son de cartón y días que son más contundentes. Espero que alguna vez sean férreas y abatir con ellas los fantasmas de mi imaginación que, hasta el momento, no son tales, sino realidades corpóreas a las que no he podido vencer.

Sé que hay en Cádiz una bella escondida que habita en la calle José del Toro y, púdica, oculta sus encantos. Es una torre vigía. Ojalá desde ella pudiese otear que los gigantes son sólo molinos de viento que me traen brisas de esperanza. Ojalá mi deseo se transformara en realidad y Sancho convenciera a Don Alonso Quijano de su error.

A un amigo le oí decir: Deja el corazón tranquilo que cuando vuela es el pájaro más fácil para el tiro. Lo he desobedecido. Sea lo que Dios quiera, y quiera que la esperanza vuelva a mí.