Una más y no son pocas . Casi 2.500 aunque no todas lo sean tanto. No va sobre asuntos políticos porque prohibido me tengo teclear sobre ellos y porque Juan Carlos I se despidió de la vida pública cinco años después de abdicar en su hijo.
Va , el post , sobre la ingratitud de los españoles hacia el rey emérito. Múltiples veces España se ha mostrado ingrata hacia sus propios miembros sean reyes , virreyes o ciudadanos de a pie . El desagradecimiento español es evidente .
Leo en artículo de Carmen Oteo que publica el Diario de Cádiz de hoy día de la fecha , cuyo título al alcance de quien quiera leerlo está , en su página número 8 y entre otras cosas , que : Los ingleses meten a los reyes en carrozas y en series de televisión y los serigrafían en tazas y camisetas . Y los quieren dejar morir en su cama . España prefiere indagar en sus alcobas , contarle amantes , hijos bastardos y operaciones de cadera . No dice Carmen Oteo más que la verdad . Las últimas palabras son mías en cuanto que así opino sobre la ingratitud de buen número de españoles .
Olvida parte del pueblo español el mucho bien que hizo a España Juan Carlos I tras la muerte de Franco y de cuyos hechos me acuerdo porque los viví .
Yo , en lo que al rey Juan Carlos respecta , le estoy agradecido , entre otras cuestiones , por haber ayudado a que viviésemos en paz y haber puesto su granito de arena para que nos respetásemos unos a otros . El hasta cuándo lo desconozco , pero a juzgar por acontecimientos de actualidad creo que tiene , el respeto , fecha de caducidad .
Andrés Moreno Mengíbar recogía en artículo aparecido en Diario de Sevilla el 7 de noviembre del pasado año 2018 , versos de don Francisco de Quevedo alusivos a la ingratitud española en el soneto , uno de los muchos buenos del escritor y poeta conceptista , dedicado al duque de Osuna :
" FALTAR PUDO A SU PATRIA EL GRANDE OSUNA ,
PERO NO A SU DEFENSA SUS HAZAÑAS ;
DIÉRONLE MUERTE Y CÁRCEL LAS ESPAÑAS ,
DE QUIEN ÉL HIZO ESCLAVA LA FORTUNA."
El noble don Francisco de Quevedo , caballero de la orden de Santiago y señor de la Torre de Juan Abad, defendía , pluma en ristre , a su defensor el virrey de Nápoles.
Habiendo escrito , ya , sobre los casos de un rey , Juan Carlos I de España , y un virrey , de Nápoles, don Pedro Téllez-Girón y Velasco , o Fernández de Velasco ; solo me queda por escribir en torno a algún ciudadano de a pie sobre el que España volvió a demostrar una vez más su ingratitud.
Teclear sobre ellos es , si cabe , aún más fácil . Los nombres se me agolpan hasta la obcecación y de tantos como recuerdo no doy pie con bola . Por lo mismo no acierto a ponerles nombres a los que tanto hicieron , unos antes y otros después , por el bien de España . Solo puedo decir que incontables son y de todos las ideologías . A pesar de ello elijo , como muestra , al pueblo español . En esto , y en muchas cosas, coincido con don Antonio Machado . ¿ Qué españoles son , pues , los ingratos en una España que lo es ?
Son los dirigentes , respondo a la pregunta formulada con anterioridad y sin ánimo demagógico . Ellos son los ingratos y continúan siéndolo . Es , al menos , lo que opina alguien que cree ser independiente y poco o nada tendencioso . La verdad , aunque compleja , tiene solo un camino . Marchemos por él y no machaquemos ni condenemos a quien no lo merece. Cuestión de gratitud o de ingratitud. Una cosa es la culpa y otra el mérito aunque algunos confundan ambos términos . No existe quien todo lo haya hecho bien sin errar en algo.
El rey emérito , ha sido , vuelvo al artículo citado de Carmen Oteo , el último rey , rey . Viva el rey . Lo afirma , también , alguien que se considera independiente y que edita la entrada pulsando la etiqueta en la que lo hace ya que el artículo de Carmen Oteo lo ha leído en DIARIO DE CÁDIZ de hoy.