Opto por este título de una canción de Julio Iglesias , con el que solo coincido en que a uno y a otro nos gustan las mujeres monas y guapas , porque Sevilla y Cádiz , aunque como en todas partes bebamos agua dulce , son dos ciudades de Andalucía y las dos partes en las que según el poeta Fernando Villalón - Daóiz ( con cierto espíritu localista y mucho amor a ambas ) se dividía el mundo. Una ciudad está rodeada de agua salada ( sobra decir que Cádiz pero , aunque sobre, lo escribo ) y a la otra la atraviesa una gran corriente de agua dulce llamada río Guadalquivir (asunto que tampoco hace falta especificar pero lo hago porque me gusta el nombre del río ), no muy limpia porque los tiempos que corren dificultan la pureza de las mismas no haciéndolas aconsejables de beber pero si de mirar y admirar sobre todo desde los puentes de Triana y de los Remedios por motivos que saltan a la buena vista y a la que no es buena pero ve lo suficiente .
Opto por el título , al mismo tiempo , porque don Veriniano me sugirió de muy buena forma , con la misma buena forma que ha utilizado para apuntarme que mi anterior entrada es impublicable , por su contenido e ideas expuestas en ella , en su periódico la VERDAD POR BANDERA y , aún menos , en su sección MINISTRO SIN CARTERA Y SIN DINERO , que el escribidor escribiese sobre temas locales de Cádiz y de Sevilla o de Sevilla y de Cádiz , acercándose más al nombre exacto del blog.
Cumplo la sugerencia por considerarla atinada y digo , mejor repito , que nací cerca de las orillas del río Guadalquivir, a las que crucé de niño , de joven , de menos joven , de madurito , de vejete y sigo cruzando cuando las ocasiónes las pintan calvas o melenudas ; y mi Dios quiera que siga cruzando durante mucho tiempo , a ser posible a pie o en coche por los puentes. Nadando nunca lo hice, aunque sí he nadado en las aguas saladas de Cádiz que tan cerca tengo y tanto miro y admiro esté la mar en calma y la Luna crecida o no lo estén. Aguas por todas partes , que tan vivificadoras son hasta ahora y tan bellas son por sí mismas y porque fueron vías de comunicación con lejanas regiones de nuestro planeta azul. Me gustan las aguas saladas de Cádiz , como me gustan Cádiz y sus vientos , en las que me refresco en verano y las miro , en invierno , alteradas por los temporales bellísimos que azotan los mares gaditanos . Más me gustan , he de decirlo por primera vez , esto no es repetición de dichos anteriores , los peces de aguas saladas que los de aguas dulces. De éstas prefiero los cangrejos de río y las buenas truchas de los cursos altos de los mismos. De las saladas , cualquier producto pesquero que me ofrezcan.
En relación con agua dulce y agua salá , que yo acentuaría con razón académica o sin ella , comento que hace cerca de cuarenta años , que son algo , una compañera y amiga a la que solía llevar a Sevilla algunos fines de semana cuando terminábamos nuestra jornada laboral como profesores universitarios , me dijo que ella echaba de menos el mar cuando se pasaba cuatro o cinco días sin verlo . A mí , en aquellas fechas , aquella afirmación me pareció una pamplina . Dejó de parecerme tal pamplina cuando llevé uno o dos años viviendo en Cádiz. Aunque el río Guadalquivir desemboque aquí cerquita y tan bonito sea en Sevilla o en otras ciudades andaluzas que atraviesa o rodea , el mar o la mar es el mar o la mar siempre. De la canción del cantante exitoso , cuyo estribillo de agua dulce agua salá repite hasta la saciedad porque , sin duda , es expresión bonita , solo digo que es pegadiza.
Omito los apellidos de mi compañera la que añoraba el mar de Cádiz , y me enseñó a añorarlo , porque hace mucho tiempo que no me cruzo con ella , ni la veo , ni tengo noticias buenas o menos buenas. Solo digo que explicaba francés y que su nombre es Pili. Quizá con esto , aunque respete su derecho a la intimidad en cuanto que no le he preguntado si prefería que diese nombre y apellidos completos , alguien pueda identificarla.
Wilhelmus Alvarinus Toletanus para uno de los periódicos sevillanos de mayor tirada : LA VERDAD POR BANDERA.
