Al abrir el correo el Martes 17 de Febrero del año en curso, veo uno de mi querido compañero Alberto Ramos Santana, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Cádiz y jefe del Departamento de Historia Moderna, Contemporánea, de América y del Arte. En él, me envía una invitación para asistir a la conferencia de recepción del doctor don Nicolás Kanellos, profesor de la Universidad de Houston, como miembro de La Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y Letras de Cádiz. Alberto Ramos, compañero y amigo como su ejemplar comportamiento hacia mí me ha demostrado, conocía mi interés por el personaje sobre el que iba a disertar el profesor Kanellos . Mi enfermizo estado psicológico, junto a mi poca propensión a asistir a actos públicos y privados sean del carácter que sean, me hicieron dudar sobre aceptar o no la invitación. No obstante, el anzuelo que, con la mejor intención, me lanzaba era bastante atractivo. La iniciativa de mi hija Carmen, ofreciéndose a acompañarme, me dio el impulso decisorio para ir al Centro Cultural
" Reina Sofía", en cuyo Salón de Actos se desarrollaría la conferencia del Doctor Kanellos. Nada más entrar en el Salón vi a mi amigo Rafael Sánchez Saus, catedrático de Historia Medieval, quien tan correcto y amable como siempre, nos presentó, a mi hija y a mí, al conferenciante, saliendo a relucir nuestro parentesco con José Álvarez de Toledo Dubois; cuestión que sorprendió gratamente al doctor Kanellos, el cual sería presentado, de forma amena y justa por el Secretario General de la Institución, don Fernando Sánchez García.
Antes de comenzar la conferencia, saludé a mi tambien amigo y compañero Manolo Bustos Rodriguez, catedrático de Historia Moderna, y al profesor de la Facultad de Medicina López-Cepero y López-Cepero, al que hacía bastante tiempo no veía.
Nicolás Kanellos, en su discurso de ingreso, resaltó el importante papel desarrollado por Álvarez de Toledo, Diputado doceañista por la Isla de Santo Domingo, como creador y divulgador de la imprenta en Tejas, donde fundó el primer periódico de la efímera nación titulado : La Gaceta de Tejas. Mediante este método periodístico y propagandístico, Toledo aspiraba a una mejor difusión y propagación de las ideas revolucionarias e independentistas que, por entonces, defendía a capa y espada. En la disertación, rica en contenidos y expuesta con naturalidad y diacronismo siempre de agradecer en una exposición, se dejaba entrever la complejidad ideológica y de comportamientos de Álvarez de Toledo, que tantos problemas causaría a los elementos insurgentes hispanoamericanos, muchos de los cuales terminarían considerándolo infame y traidor a la causa de la Independencia de las Colonias. Una vez finalizado el discurso, cerró el entrañable acto el Profesor Sánchez Saus,quien, improvisando con finura digna de agradecimiento, aludió a los parientes de José Álvarez de Toledo Dubois que estábamos presentes.
Antes de abandonar el Salón estuve charlando con Kanellos y mis amigos y compañeros asistentes. Me hubiese gustado permanecer allí más tiempo porque me hicieron varias preguntas a las que , por mi estado, no pude responder con la precisión necesaria. Sobre todo a un señor que me preguntó sobre los Álvarez de Toledo y Merry del Val y al que, por estar yo algo aturdido, no le pude responder como hubiese sido de mi gusto. Perdón en este sentido.
Regresé a casa habiéndome alegrado de mi asistencia al Discurso de Ingreso, tanto por la calidad científica y humana que se desprendía del profesor Kanellos, como por el cariño que capté, hacia mí, por parte de mis compañeros, algunos de los cuales hacía tiempo que no veía.
" Reina Sofía", en cuyo Salón de Actos se desarrollaría la conferencia del Doctor Kanellos. Nada más entrar en el Salón vi a mi amigo Rafael Sánchez Saus, catedrático de Historia Medieval, quien tan correcto y amable como siempre, nos presentó, a mi hija y a mí, al conferenciante, saliendo a relucir nuestro parentesco con José Álvarez de Toledo Dubois; cuestión que sorprendió gratamente al doctor Kanellos, el cual sería presentado, de forma amena y justa por el Secretario General de la Institución, don Fernando Sánchez García.
Antes de comenzar la conferencia, saludé a mi tambien amigo y compañero Manolo Bustos Rodriguez, catedrático de Historia Moderna, y al profesor de la Facultad de Medicina López-Cepero y López-Cepero, al que hacía bastante tiempo no veía.
Nicolás Kanellos, en su discurso de ingreso, resaltó el importante papel desarrollado por Álvarez de Toledo, Diputado doceañista por la Isla de Santo Domingo, como creador y divulgador de la imprenta en Tejas, donde fundó el primer periódico de la efímera nación titulado : La Gaceta de Tejas. Mediante este método periodístico y propagandístico, Toledo aspiraba a una mejor difusión y propagación de las ideas revolucionarias e independentistas que, por entonces, defendía a capa y espada. En la disertación, rica en contenidos y expuesta con naturalidad y diacronismo siempre de agradecer en una exposición, se dejaba entrever la complejidad ideológica y de comportamientos de Álvarez de Toledo, que tantos problemas causaría a los elementos insurgentes hispanoamericanos, muchos de los cuales terminarían considerándolo infame y traidor a la causa de la Independencia de las Colonias. Una vez finalizado el discurso, cerró el entrañable acto el Profesor Sánchez Saus,quien, improvisando con finura digna de agradecimiento, aludió a los parientes de José Álvarez de Toledo Dubois que estábamos presentes.
Antes de abandonar el Salón estuve charlando con Kanellos y mis amigos y compañeros asistentes. Me hubiese gustado permanecer allí más tiempo porque me hicieron varias preguntas a las que , por mi estado, no pude responder con la precisión necesaria. Sobre todo a un señor que me preguntó sobre los Álvarez de Toledo y Merry del Val y al que, por estar yo algo aturdido, no le pude responder como hubiese sido de mi gusto. Perdón en este sentido.
Regresé a casa habiéndome alegrado de mi asistencia al Discurso de Ingreso, tanto por la calidad científica y humana que se desprendía del profesor Kanellos, como por el cariño que capté, hacia mí, por parte de mis compañeros, algunos de los cuales hacía tiempo que no veía.
