MIS AMIGOS DE SEVILLA

Como sevillano de naturaleza, mis primeros amigos fueron sevillanos. Entre ellos los De Castro Giménez, cuyos padres y los míos tenian gran amistad al ser mi madre y sus padres ursaonenses y haber estado mi padre destinado, de soltero, en la villa Ducal de los Téllez-Girón.Y, entre ellos también mis amigos de colegio( Escuela Francesa de Sevilla) con los que sigo manteniendo una profunda amistad demostrativa de que la distancia no es olvido.Precísamente con estos, de los que ahora hablaré, me he reunido en estos días aprovechando la mejoría de mi estado. Tan sólo no he visto, por motivos justificados, a uno de ellos: Pepe Blanco, médico cirujano que continúa viviendo en Sevilla.Sólamente dos de los seis que mantenemos la amistad y relaciones( José Antonio Gámez y yo ) dejamos la ciudad por motivos laborales.Él se afincó en Palma de Mallorca y yo en Cádiz. José Antonio como ingeniero industrial y yo como modesto profesor de Historia en la Universidad gaditana.Los otros cuatro( Paco Redondo, ingeniero industrial, Rafael Cueto Martínez de Baños, arquitecto, Gabriel Álvarez Guzmán-Lalín-, médico y el citado Pepe Blanco, cuyo nombre resuena a cantante de los años cincuenta, han seguido viviendo en la ciudad de nuestros nacimientos.
Se trata de una amistad verdadera en la que jamás hubo ni hay sombra de algún tipo. Una amistad que , aunque pasen, a veces, años sin vernos, se mantiene firme y fundamentada en los pilares de los buenos momentos compartidos y de vernos crecer como personas a lo largo del tiempo. Cada vez que nos reunimos, bien todos o algunos, parece que retomamos las conversaciones de ayer como si el tiempo fuese invitado de piedra. Sólo físicamente notamos los cambios propios del paso de los trabajos y los días.
Tenemos cada uno personalidades muy distintas e incluso puntos de vista dispares en lo relativo a determinadas cuestiones, pero creo que, en cuestiones transcendentes coincidimos en alto porcentaje. Si tuviese que elegir un adjetivo para cada uno de ellos, me inclinaría por los siguientes:
Sensatez y profundidad de pensamiento para Paco Redondo, gracia y ocurrencia para Lalín; sensibilidad y finura para Rafael;bonhomía y tranquilidad para Pepe Blanco, y ternura para José Antonio. Que a todos nos sea la vida larga y la tierra leve. Gracias amigos