LA GUERRA DEL TABACO

Ha habido, a lo largo de los tiempos , guerras de distintos nombres entre los hombres. Siempre se ha sido muy de batallas y de hacer al prójimo la puñeta y más que la puñeta por una cosa u otra. Guerra del opio, guerra de las naranjas , guerras de tales o cuales años ... Se recrudece en estos días la guerra del tabaco. Contienda en la que una de las partes, el Estado español gobernado por Rodríguez Zapatero quien no pasará a la historia por sus aciertos ,surte de armas al ejército de fumadores al tiempo que penaliza la libre costumbre de fumar. Arma al enemigo y después le prohibe el uso de las armas. Triste realidad que el aborregamiento general acepta tomando en consideración la máxima que dice : fumar es perjudicial para la salud del fumador y para la salud de los que los rodean. No sabemos hasta qué distancia será más o menos mortífera la cercanía a algún fumador. Creo que lo de los fumadores pasivos es un invento como el decir que los niños vienen de París. Todos somos franceses y todos los fumadores la causa de los males del mundo. Cuánta tontería, Dios mío. Y oyendo y viendo una tras otra bajo mi condición de fumador que siempre ha respetado a los no fumadores, me pregunto : ¿ Adónde buscará el gobierno joseluisino las enormes cantidades de euros que recauda como impuestos que gravan el tabaco si todos decidiéramos dejar de fumar ?. ¡ Pobre de los españoles si el Estado no contase con los ingresos procedentes de la compraventa del tabaco !. Y más en los tiempos que corren.

Contradicción tras contradicción. El hombre se hace cada día más maleable y se amolda a la suela de cualquier zapato y de cualquier zapatero. Incluso a la horma del calzado del hipotético delator al que la ministra insta. ¿ Vuelven los antiguos familiares de la Inquisición?. Estamos arreglados.