Me acerco al año de mi recuperación de la depresión que me aquejó y torturó durante cerca de cincuenta semanas. Largo tiempo en el que estuve fuera del mundo sin estarlo. Tiempo en el que fui un atormentado diario y al que nadie deseo.Desde el otero de casi 365 días de altura sobre el nivel del mar del horror , observo el pasado con calma ; con la calma suficiente para que ya a pocas cosas tema porque pocas cosas creo que habrá en mi vida peores , más destructivas.
Desde la atalaya en la que he podido poner la bandera de la paz y del triunfo con ayudas sabidas y agradecimientos consecuentes , puedo decir que , al menos en mi caso, la depresión fue una avalancha de tiempo futuro negro que se amontonaba en cada minuto de la realidad vivida , sepultándola y sepultándome, como si un Cronos maligno se hubiese apoderado de mí de forma inexorable. Y he aquí por lo que titulo así la entrada al blog : el factor tiempo futuro intervino en mi depresión de manera principal. En los tres tiempos , pasado, presente y futuro , el equilibrio se perdió y el platillo de la balanza del tiempo que vendría pesó más , mucho más, que los del pasado y el presente, anulándolos y adelantándose a ellos con velocidad anormal y sin posibilidad de frenarlo.
Tuvo pues , mi depresión , un claro carácter de maligno juego de tiempos, desequilibrados en su normal discurrir , en el que pasado y presente dejaron de existir para dar paso exclusivo y excluyente a un futuro atroz en el que vivía mi presente sin pasado. Fue una depresión de conceptos de percepción enfermiza del tiempo que , como en tantas otras, conducía al estado de melancolía y tristeza característicos de la enfermedad. Cuando los tiempos volvieron a su ser natural , se produjo la mejoría y la curación. Ojalá estas líneas sirvan de algo. Cuando uno se cura , incluso el futuro , por hostil que pueda ser , se acepta con todas sus consecuencias y con ánimos para superar lo que nos depare. Con la muerte se acaba la vida material ; con la depresión la vida material y la espiritual.
Desde la atalaya en la que he podido poner la bandera de la paz y del triunfo con ayudas sabidas y agradecimientos consecuentes , puedo decir que , al menos en mi caso, la depresión fue una avalancha de tiempo futuro negro que se amontonaba en cada minuto de la realidad vivida , sepultándola y sepultándome, como si un Cronos maligno se hubiese apoderado de mí de forma inexorable. Y he aquí por lo que titulo así la entrada al blog : el factor tiempo futuro intervino en mi depresión de manera principal. En los tres tiempos , pasado, presente y futuro , el equilibrio se perdió y el platillo de la balanza del tiempo que vendría pesó más , mucho más, que los del pasado y el presente, anulándolos y adelantándose a ellos con velocidad anormal y sin posibilidad de frenarlo.
Tuvo pues , mi depresión , un claro carácter de maligno juego de tiempos, desequilibrados en su normal discurrir , en el que pasado y presente dejaron de existir para dar paso exclusivo y excluyente a un futuro atroz en el que vivía mi presente sin pasado. Fue una depresión de conceptos de percepción enfermiza del tiempo que , como en tantas otras, conducía al estado de melancolía y tristeza característicos de la enfermedad. Cuando los tiempos volvieron a su ser natural , se produjo la mejoría y la curación. Ojalá estas líneas sirvan de algo. Cuando uno se cura , incluso el futuro , por hostil que pueda ser , se acepta con todas sus consecuencias y con ánimos para superar lo que nos depare. Con la muerte se acaba la vida material ; con la depresión la vida material y la espiritual.
2 comentarios:
Buenas tardes
Muy conmovedor relato-confesión que no todos tenemos el valor de hacer, los seres humanos, a veces tendemos a esconder nuestros padecimientos y usted con suficiente entereza lo cuenta para que sirva de ayuda a quienes lo precisen.
Amante como soy tanto de Sevilla como de Cádiz, encontré su blog investigando sobre la Bella Escondida, permítame felicitarle, hago votos porque su sanidad sea continua.
Un cordial saludo
Puedes tutearme. Gracias por hacerte seguidora y coincidir en gustos.
Otro cordial saludo
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