ARTURO TAMPOCO TIENE UN DURO

Al llegar a casa tras la charla con don Santiago Celtibérico sobre la quiebra y fractura de su editorial , recibo un correo internáutico muy acorde con la condición de piloto de altos vuelos y espacios interplanetarios como es Arturo Pérez y Pérez , nuestro avispado y ajumado , con más frecuencia de la normal , amigo y compañero de viaje por los espacios cósmicos interplanetarios comprendidos entre el planeta rojo y el azul ; y me dice que está negro y que ve el horizonte aún más negro. Vamos , escribe , que no veo el horizonte., Wilhelmus. Pienso que ha cogido una cogorza de escocés , pero la lucidez de la ideas que expone me hace desistir de mi mal pensamiento. Escribe que no hay compañía que lo contrate ni empresa fumigadora que le encargue arrojar insecticidas ni plaguicidas sobre las sembraduras españolas incluidas las catalanas y vascas a pesar de hablar , él , no yo , las respetables y poco habladas lenguas catalana y vascuence. Que está sin un duro y que no tiene más que para comprarse alguna que otra garrafa de morapio de tres al cuarto. A la vista de lo que le leo en su correo , me ofrezco a prestarle ayuda dentro de mis posibilidades y llamo a mi primo José Joaquín Pineda Calle poniéndolo al tanto del punto al que LA COSA ha llevado a nuestro común amigo. José Joaquín Pineda , extremoso y desprendido cual es , me responde , por el hilo , que está dispuesto , como yo pero con mayor aportación porque de más dineritos dispone , a pretarle auxilio si socorro pide.

Respondo a Arturo anunciándole nuestra mejor disposición de ayuda y , a vuelta de correo instantáneo , se deshace en gracias y elogios hacia José Joaquín y hacia mí. Quedamos en vernos en Jerez de la Frontera , ciudad muy del gusto de Arturo , quien me dice que llevará a la ciudad del tío Pepe y de otros finos de semejantes cualidades a su hermanastra Claudia , la francesa cariñosa y mona que nos intentó camelar en Marsella y en Avignon durante la conferencia que dimos , en la ciudad del cisma católico  bajomedieval , cuando regresamos , José Joaquín , Arturo y yo ,  de nuestro viaje a Marte y emprendimos el ciclo de conferencias divulgativo de tamaña hazaña. Advertiré a mi primo que no le diga ni pío a su mujer  ,Mari Casti , y yo , como estoy tan cerca de la ciudad citada , no sé cómo le diré a Carmen.carminis , que lo mejor será que no me acompañe a lugar tan próximo e interesante. Y más que lo puede ser teniendo a la atractiva Claudia como compañía grata. Les contaré y os contaré. Mi bolsillo ayudará , de ello no me cabe duda , a la atormentada situación económica por la que atraviesa nuestro amigo Arturo , prácticamente sin un duro , debido a LA COSA. Espero que Claudia no nos agradezca en demasía el favor que , en cuanto amigos del alma ,  haremos a su hermanastro. O tal vez sí. Mi primo y yo estamos tan dispuestos a ayudar a Arturo para que tenga algún duro como a seguir siendo fieles a nuestras respectivas.