El periódico en el que colaboro , LA ALBORADA MISTERIOSA , me encarga que haga una gacetilla sobre la actuación del trovador Guillermo Alvah , mi hijo , en el pub cuyo nombre aparece en el título de la entrada al blog y sobre la puerta de entrada al local tan cercano al mar de Cádiz , a unos cien metros si la marea está baja y a los mismos de su casa gaditana esté la marea alta o baja.
La periodontitis me vuelve a acompañar como me acompañó en su actuación de abril del año en curso en LA ESTACIÓN de Sevilla. Vuelvo , por consiguiente , a asistir a su concierto , guitarra acústica y armónica armonizadas , con mi carrillo derecho más abultadete y gordito de lo que es en situación normal , tan solo gordito. Con mi cachete derecho abultado y brillante por la tirantez de la piel me encuentro con personas conocidas y por conocer. Éstas merecieron la pena ser conocidas.
Guillermo ensayaba sobre el escenario y yo hablaba con la madre , guapísima de cara , de la monísima actriz Elena Anaya , cuando un empleado del lugar me recomienda que hable más bajo. Así se lo ha indicado Guillermo, me dice. Le digo , sobre la marcha , que lleva toda la razón. Después , que yo era el padre de Guillermo. Surge amistad con mi simpático admonitor y sigo hablando más quedo con Nena y su amiga . Al poco tiempo empieza la actuación de Guillermo Alvah cantando con sus buena voz las letras y las músicas de las canciones que compone. Algunas son nuevas y otras no. Todas gustan como revelan los aplausos entre unas y otras y el interés con el que la audiencia sigue la actuación. Entre unas y otras hablo , de otros temas , con Julián Blasco y con Antonio Salvador , marido y primo de Aurora Salvador Rosa , tan amiga como admirada compañera de trabajo. Con ellos mientras los asistentes , al ir y venir de la barra, tropiezan con las patas saledizas de las sillas en las que estamos sentados. Risas y copas entre buenas canciones llenas de poesía. Buen rato y buena noche gaditana a las orillas del océano Atlántico , tan grande que llega hasta América como es sabido.; el mar de Colón, como yo le llamo, que por algo fue Almirante de la Mar Océana. Mi hijo el trovador no será Almirante de la Mar Océana , pero tal vez llegue a cantar en América. Arte , afición tesonera , creatividad y dotes no le faltan. Al salir vimos a Irina , hija de Aurora y de Antoio , derramando la gracia que tiene. Venía con Macarena , su amiga y conocida nuestra. De Carmen-carminis que disfrutó como sabe hacerlo , y mía. Gacetilla , con cierto tufillo de crónica de sociedad de las que se estilan en las revistas del corazón , escrita con objetividad por Wilhelmus Alvarinus Toletanus para LA ALBORADA MISTERIOSA.
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