Te mando , Tania , mi primera colaboración , si tienes a bien considerarla así , en la sección : LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS TORMENTOSOS para su posible publicación en el periódico que tan dignamente diriges. Se trata , te adelanto , de algo ocurrido en Cádiz , en casa de un amigo del alma,compañero, de los que tan pocos son. Aunque parezca que pueda tratarse de broma de dudoso gusto , es hecho del que tengo constancia real.Aunque la palabra de mi amigo es garantía de la veracidad del hecho , me enseña la factura que el administrador de la comunidad le presentó a mi amigo , presidente de la misma.
Asciende la factura a 2.429,08 euros , casi medio millón de las antiguas pesetas, por daños en su CAR. El propietario del vehículo no es persona con nombre y dos apellidos , sino una sociedad limitada , diría que limitadísima . Deduce mi amigo que el denunciante es usufructuario del vehículo , cuyo estado me describe así : se trata de un coche del año de Maricastaña que suelo ver en mi garaje. Coche sin uso que parece anclado en su plaza a la espera de que su ufructuario o su dueño , sea quien sea , decida llevárselo a la chatarrería.
Partiendo de estas realidades , el dueño o el usufructuario de dicho vehículo , tras presentar factura del taller que le ha arreglado los desperfectos y averías del vetusto trasto, pretende que la comunidad en la que el coche ha estado sin uso años y años le pague los gastos del arreglo . Argumenta el mal estado de un tubo de agua próximo a su plaza, causa , según el usufructuario , del deterioro del automovil sin movimiento.
Cúantos tormentosos días de trabajo llevará el usufructuario del automivil que no se mueve, me pregunta mi amigo , para intentar que su comunidad le pague la factura. Qué mal debe estar pasando la Cosa por su casa para que , aunque nos tiene acostumbrados a desafueros semejantes , intente que le paguemos lo que , a todas luces , es debido al paso del tiempo y nada más . Siempre ha sido un hombre sin escrúpulos , comenta mi amigo con su habitual discreción, pero lo de ahora es algo parecido al hombre que intentó que su comunidad le pagase la factura del sastre porque el traje se le había quedado chico. Chico o grande , como es el caso. Tanto que no cabe en su desfachatez.
Ominoso ejemplar le he comentado a mi amigo. Y tanto , me ha respondido. A gente de semejante calaña , lo mejor es olvidarla. Si hubiese justicia estarían entre rejas pero hay tantos así en nuestra España que no habría cárceles para ellos. Y al no haberlas y haber una justicia nada justa , los tenemos que soportar. Así vamos entre unas cosas y otras y entre unos trabajos y días y otros. Algunos trabajos , como algunos días , son claros. Otros oscuros o negros . Muy negros como muchos dineros.
Como mi amigo nada tiene que ver con días ni dineros negros y es persona honrada se ha tomado le lectura de la factura como un chiste de humor negro. Tras consultarlo con un abogado , ha decidido tirar la factura a la papelera tras oír una expresión malsonante y escatológica, en palabras del jurista , sobre lo que debiera hacer con la factura de reparación que el administrador le presentó. Hay gustos que merecen palos y gente que merece ser apaleada, le he comentado poniéndole punto final a la conversación con mi amigo y a mi primer artículo en la sección : LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS TORMENTOSOS del diario LA ALBORADA MISTERIOSA. Otros acontecimientos tan misteriosos como difíciles de creer contaré en las páginas del citado periódico.
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