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EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.

miércoles, 21 de julio de 2010

ANTONIO PÉREZ ÁLVAREZ DE TOLEDO

En el diario ABC de Sevilla, del sábado, 21 de julio de 2001,en la sección Agenda, Manuel Ramírez Fernández de Córdoba, publicó la siguiente necrológica de Antonio Pérez Álvarez de Toledo :

Nos quedará de él su sentido de la rectitud, la lealtad a sus ideas y a sus ideales, su capacidad de trabajo, el aconsejar sin que sonara a consejo, la solución a cualquier problema, la entrega a cualquier causa noble que se lo demandara y ese saber estar siempre a las duras cuando más se le necesitaba, mucho más que a las maduras, que ni necesitábamos que estuviese para saber que, sin estar, ya estaba, aunque pasase inadvertido.
Antonio Pérez era en mi casa, como lo fue también el inolvidable Pepe Rubio, de mi familia de afecto, que es mucho más importante y entrañable que la de sangre, de certeza absoluta en todos los momentos cruciales y más en los más inciertos, de quereres profundos en los que no encontraba medida porque todas se les quedaban pequeñas a la hora de regalarnos a los que tanto nos quería y de saber todos nosotros que, si alguien no nos iba a fallar nunca, para aquello que nos hiciera falta, sería él.

Y así con todos. Ochenta y tres años de vida, muchísimos de ellos compartidos con Conchita, la sombra grande de toda su existencia. Ochenta y tres años de una amistad que heredamos, la que tenía con su más que amigo Juan, que nos dio todo sin pedirnos nunca nada, que se alegraba con nuestras alegrías y se apenaba con nuestras tristezas.

Ahora, que siempre será recuerdo, caigo en la cuenta que la última vez que hablé con él, fue, como siempre, para alegrarse de algo nuestro y la última vez que le vi ya no pude ni decirle adiós.


Tras estas letras llenas de verdad, escribe este modesto escribidor, que firma, las siguientes sobre tío Antonio Pérez Álvarez de Toledo :

Tras la reseña de Manuel Ramírez , periodista de Constantina, paisano de tío Antonio, que llegó a dirigir el ABC de Sevilla y gran aficionado a los toros ( Dando una conferencia sobre ellos en Talavera de la Reina, lugar con historia taurina relevante, murió,aún joven,de ataque al corazón ) y a quien conocí personalmente lo que me permite calificarlo como persona de calidad periodística y humana, hijo de Juan Ramírez Filosía y de Manuela Fernández de Córdoba, amigos íntimos de tío Antonio. A Manolita recuerdo, muy guapa, en casa de tía Conchita y de tío Antonio, en la calle Fenando IV. Tras la reseña, de Manuel Ramírez, repito, escribo:

Ahora me toca el turno a mí. Con tu venia, Manolo Ramírez. Va por ti y por tío Antonio.

Fue, tío Antonio, hijo de Maximiliano Pérez Astolfi, médico en Constantina, y de tía Concha Álvarez de Toledo y Alba, hermana de mi abuelo Joaquín. Por mi padre supe que tío Maximiliano murió, en una cacería por los montes de Constantina, tan limítrofes con los de Cazalla. Parece que a alguien se le disparó la escopeta y un balazo, fortuito, acabó con su vida. Por mi padre supe que era muy alto, con lo que hacía honor a su nombre, y muy gordo. Su mujer, pequeñita. Lo pude comprobar. Creo que tío Maximiliano murió en tiempos cercanos al estallido de nuestra última guerra civil, tiempos convulsos e insanos. Tiempos valetudinarios.

Tía Concha enviudó y la familia se fue a vivir a Sevilla, a un piso cerca de la iglesia de San Juan de la Palma, céntrico y a menos de diez minutos, andando, de las casas de sus hermanos Guillermo, Francisco y Joaquín que vivian, respectívamente, en las calles Bustos Tavera, Dormitorio y Gerona, esquina a Doña María Coronel. Allí fue a vivir con sus hijos Antonio, Conchita y Ángeles. No sé si su hijo Maximiliano, estudiante de medicina en la prestigiosa Universidad de Salamanca y muerto en el frente durante la guerra civil antes citada, llegó a vivir en aquel piso de tía Concha del que se mudaría para irse a uno de Los Remedios, cerca de Antonio, su hijo. En la casa cercana a San Juan de la Palma, yo solía visitar, con mis padres, a tía Concha, bajita, de tez de un blanco sonrosado casi transparente, de ojos azules y de un sosiego y dulzura que hacían olvidar lo mucho que había sufrido con las desgracias familiares. Su hija Concha, que se licenció en Derecho a pesar del profesor Pelsmaeker, heredó su estatura, su color de piel y de ojos y su agrado; su belleza por dentro y por fuera.

Tío Antonio fue, al no tener hijos y mucho gustarle los niños, con tía Conchita, su mujer tocaya de suegra y cuñada, padre adoptivo de sus sobrinos carnales, hijos de Ángeles, y segundos en general. Sobre todo de los Álvarez de Toledo Naranjo y mío .Fue uno de los aglutinadores de los Álvarez de Toledo Golfín sevillanos desde su piso de la calle Fernando IV, donde vivió años y años. Antes había vivido en un chalet monumental, el matrimonioo sólo habitaba un ala del edificio construído para la Exposición Iberoamericana de Sevilla del año 1929,casi lindando con el templete gótico de la Cruz del Campo, al final de la calle Oriente, y con la fábrica de cervezas que de la cruz toma el nombre. El olor a lúpulo y cebada se mezclaba con el de los jazmines, azahar en su tiempo, rosas y otras flores. El olor de las almunias árabes que siglos antes salpicaban la parte oriental de Isbilia. De niño, mis padres me llevaban a aquel paraiso terrenal en el que mientras mi padre y tío Antonio jugaban al billar o al tresillo con amigos, entre los que recuerdo al médico Carlos Álvarez Dardet con cariño; y tía Concha hablaba con mi madre y sus amigas, yo paseaba en mi bicicleta por los jardines o jugábamos al fútbol. Estando allí, una tarde hubo un terremoto. Veo la lámpara del techo de la sala de estar balanceándose y el miedo en las caras de mis padres y tíos. Fue el primer terremoto que sacudió la Tierra que yo pisaba. Después sentiría otros, algunos de los cuales predije, rara capacidad que perdí con los años, con los que tanto se pierde y tanto se gana.

Tío Antonio Pérez fue personificación de nobleza viva. Magnánimo, simpático, trabajador, coherente, sacrificado, brillante, distinguido, guapo a pesar de su cojera secuela de enfremedad ósea, fue siempre fiel a tía Conchita, a la que tanto quiso, a su familia y a sus ideas. Con ambos y mis padres fui, por primera vez, a nuestras matrices geográficas e históricas, a Cáceres y a Toledo. A Toledo y Cáceres que para nosotros tanto montan. Nos tratamos muchísimo y del roce nace el cariño. Mi padre, rebautizador laico,llamaba a tía Conchita, por su risa, Conchita ja.. ja.

Mis hijos llegaron a conocer a tío Antonio, quien los deslumbraba con sus juegos, mágicos, de manos, dados, cartas , monedas y cerillos. Guillermo, Guillermete, tiene fijada en su cabeza llena de rizos, música, poesía y buenas ideas; en su cabeza y en su corazón en los que presente está también Gádor, su almeriense novia, la invitación que nos hizo, en un restaurante de Los Remedios del que era cliente, en la que las almejas volaban, como las monedas y las cartas entre los dedos de las manos de tío Antonio. Las ves... ya no las ves ; y mis hijos deslumbrados.

Un año antes de morir me regaló una Historia de España, antigua. Esta : Historia de España Ilustrada, desde su fundación hasta nuestros días, o sea. Colección de Litografías representando los Principales Hechos Históricos de cada época, con texto al dorso, por D. Rafael Del Castillo, Barcelona, Imprenta y Librería Religiosa y Científica del heredero de D. Pablo Riera, calle del Robador, número 24 y 26, año 1871. Seis grandes volúmenes que Carmen enteló en rojo con pequeñas motas amarillentas, gualdas. Sabía que yo ya era, por aquellos días, historiador de los Álvarez de Toledo Golfín; de los Álvarez de Toledo sevillanos de pura cepa desde hace más de cuatro siglos y medio. Un año después de legarme tan buena herencia, murió. Desde entonces no he vuelto a hablar con su mujer, que sigue viviendo en el piso de la calle Fernando IV. No he tenido valor de hablarle tras el entierro, en Sevilla ,de tío Antonio. No sé cómo ha podido seguir viviendo sin él. Mérito de ella. Tal vez un día la llame. Sé que, juntos, volveremos a llorar. Tía Concha comprende mi actitud. Pregunto por ella y ella me conoce.

Tío Antonio fue tío y amigo desde mi infancia. Con él vi partidos de nuestro Sevilla, y con ella, en el, hace muchos años derribado ,campo de Nervión. Más en el Sánchez Pizjuán. Era tan aficionado al fútbol como a los toros, a la Feria y a la Semana Santa. Entre sus toreros preferidos, en los últimos años de su vida, estaba El Juli. Tal vez la afición y profesión de mago de Javi Nemo, Francisco Javier Álvarez de Toledo Blandón, venga de él. No sé. Lo que sé es que he escrito sobre una persona excepcional.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de ver que si vives en Andalucía, los de Movistar te hacen un descuento del 30% en tu factura de móvil durante 6 meses,te regalan una Blackberry Curve 8900 y unos cascos Skullcandy que incluyen una licencia de aplicación para escuchar radio!

http://bit.ly/ambA2Y

A mí la verdad es que la BlackBerry no me interesa... pero el descuento si que sí!

Guillermo Álvarez de Toledo Pineda dijo...

Gracias, Kasandra,pero no sé quien eres. Casandra sólo conozco a la hija de Príamo y de Hécuba. La troyana que predijo la famosa historia del caballo y Agamenón raptó,por su belleza, llevándola a Grecia...
Gracias.