ME PIDE DON MÁXIMO LA ENTRADA SOBRE CONFUCIO .

Y de inmediato se la envío envuelta en papel de regalo . Es un decir porque se la mando por correo internáutico .  Cada día que pasa estoy más modernizado aunque la puesta al día de poco me sirva , por no decir que  de nada . Sigo siendo un analfabeto de la ciencia internáutica , y mucho que  me  pesa serlo .

Me dice don Máximo que Confucio era mucho Confucio y que él desconocía lo que había afirmado de los tres caminos existentes para alcanzar la sabiduría o , al menos , acercarse a ella.

Hay veces que llego a pensar que don Máximo de la Serena me considera  como un hijo más a pesar de mi edad . Me lleva doce años pero así creo que es. La petición de la entrada  me lo corrobora y reafirma. De ser como pienso sería una especie de hijo mayor ya que tengo más edad que sus otros dos hijos . De joven  , algunos compañeros me veían como su hermano menor . Todo tiene sus ventajas. Hasta no aparentar la edad puede tenerla cuando se van cumpliendo años .

De ser de otra manera , no llegaría a comprender los motivos que lo han llevado a volver a invitarme a su finca en la que tantos cerdos de patas negras como el cordobán , pastan. Ni la nueva invitación ni otros favores . Me la ha comunicado en el mismo correo en el que me pide lo escrito sobre el pensamiento de Confucio y , sin dudarlo , he aceptado la invitación y he empezado a hacer la maleta . 

Espero que don Máximo se encuentre bien cuando llegue y nos paseemos rodeados de encinas , alcornoques y cochinos , productores de buenos jamones , de los muchos que pacen  por la dehesa  . Pocas cosas hay como la vida en el campo imitando lo que  dijo Fray Luis de León en su Oda a la Vida Retirada . Corría el siglo XVI y la vida en el campo sigue siendo digna de alabanzas 

Recuerdo los nombres de los perros y de los gatos de   mis  visitas anteriores y los  nombres  de los hombres , gañanes , encargados de echarles la comida en  la finca llamada Charco Cuadrado . Doña Adelfa , si se le apetece , nos acompañará en los paseos . 

Saben que  ya no dispongo de medios extraordinarios para desplazarme hasta allí y , por tanto , me recogerán , en la estación de trenes del pueblo,   cuyo nombre omito adrede , el sábado por la tarde. Conducirá el coche el chófer de doña Adela y de don Máximo que , si es el mismo y no me acuerdo mal  , se llama Amalio  .   

Don Máximo es hombre de derechas , al igual que su mujer , doña Adelfa Castuera , a los que la pérdida del  gobierno español por parte de Rajoy  no les gustó pero aguantan todo lo que después vino   con buen talante y con  talento .   Nunca los he oído comentar  nada en contra de don Pedro Sánchez ni decir algo negativo sobre él  , sobre su desatinada y defensora política de los catalanes separatistas,  ni sobre sus ministras y ministros. Ni pío . 

Todo un ejemplo como tantos debiéramos  ser , pero no somos ,  aunque lo intentemos por todos  los medios  y seamos independientes y anarquistas utópicos . Hay cuestiones que sobrepasan a cualquiera que tenga un dedo de luz y no posea la capacidad que don Máximo y doña Adelfa demuestran . Iré a Charco Cuadrado si el coronavirus no me lo impide . Espero que no lo haga y la fiesta transcurra en paz como deseo .