Correría el año 1972 hacia el año1973, creo recordar, cuando a Galicia fui por vez primera. En el monasterio de Poio se casaba un amigo de verdad , Paco Redondo , y mi presencia en boda y celebración , junto a otros amigos , era obligatoria por sentimiento y agradecimiento. Paco reservó y pagó varias habitaciones en un hotel próximo para sus amigos entre los que yo estaba y sigo estando. Galicia me atraía desde siempre y aún más me atrajo desde que pisé sus tierras , sus montes y sus monasterios. Desde que conocí sus realidad telúrica y marítima. Desde que abracé , por primera vez ,a Santiago el que más que cerrrar España debiera abrirla tal dice don Ramón María del Valle-Inclán en sus Luces de Bohemia a través de uno de los personajes de cuyo nombre no me acuerdo.
Siendo ya conocedor de que lo más probable es que Santiago jamás hollara tierras de la Gallaecia hispano-romana , la veracidad o falsedad de la presencia del apostol en aquellas tierras noroccidentales de la península Ibérica, era lo de menos.De lo que no cabia duda es de la condición de finisterre de aquella provincia romana y de la fuerza que toda tierra occidental , toda tierra de ocaso, ha tenido y tiene para los hombres de todos los tiempos. Tampoco cabe duda de la importancia de las peregrinaciones a Santiago , desde el hallazgo del supuesto sepulcro del apostol a principios del siglo IX ,.que perduran hasta hoy día a través de los tiempos. Importancia espiritual y material que sí compartí al darle al santo , en su camarín , no solo el abrazo de rigor sino unas cariñosas palmaditas en la espalda que , seguro, me agradeció. Palmaditas que debieron sorprender a más de uno pero que eran señal clara de mi respeto y admiración más que de mi devoción.
Cada vez que he ido a Santiago de Compostela le he vuelto a dar el abrazo y las palmaditas al santo porque, por encima de creencias más o menos ciertas, está lo que Santiago representa en la cultura cristiana europea. Y en este sentido gran importancia y trascendencia tuvo y tiene , sin la menor duda. Las personas que creemos que en esta vida no todo es materia , lo que cree la mayoría aunque diga lo contrario y sea más papista que el Papa, , sentimos algo cuando lo abrazamos y palmeamos con delicadeza su espalda..
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